• El portavoz de la Cancillería de Irán, Esmaeil Baqai, en una rueda de prensa en Teherán, la capital.
Publicada: miércoles, 23 de abril de 2025 10:44

Irán condena enérgicamente la imposición de nuevas sanciones por parte de EE.UU. y cuestiona la voluntad expresada por Washington para negociaciones.

El Departamento de Tesoro de Estados Unidos anunció el martes nuevas sanciones contra un conjunto de personas físicas y jurídicas relacionadas con el sector de energía, petróleo y gas de Irán, así como contra varios individuos implicados en el programa nuclear pacífico de la República Islámica de Irán.

El portavoz de la Cancillería de Irán, Esmail Baqai, ha calificado la política de sanciones de EE.UU. de una clara muestra del enfoque hostil de los responsables políticos de Washington hacia el pueblo de Irán y de su desprecio por el estado de derecho y los derechos humanos.

“La dependencia estructural de los gobiernos de EE.UU. respecto a las sanciones económicas contra países en desarrollo, como herramienta de intimidación y presión política, viola los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional”, ha denunciado en declaraciones hechas este miércoles.

Conforme ha avisado Baqai, las sanciones socavan los fundamentos del estado de derecho y las normas del libre comercio, y “provocan graves violaciones de los derechos humanos fundamentales de las poblaciones sometidas a sanciones, en particular el derecho al desarrollo, y en muchos casos constituyen crímenes de lesa humanidad”.

 

El vocero iraní ha tachado la continuación de las sanciones contra diversos sectores económicos y comerciales de Irán como un acto ilegal y de intimidación, que contradice claramente las afirmaciones de Estados Unidos sobre su voluntad de diálogo y negociación, y demuestra la falta de buena fe y de seriedad por parte de EE.UU. en este sentido, ha señalado.

El funcionario persa ha subrayado que la imposición de sanciones unilaterales contra el pueblo iraní constituye un acto ilegal, arbitrario y contrario a los principios fundamentales del derecho internacional, lo cual hace a Estados Unidos responsable a nivel internacional, y que ese país debe rendir cuentas por las graves violaciones de derechos humanos derivadas de estas acciones delictivas.

La República Islámica de Irán y Estados Unidos han realizado dos rondas de negociaciones indirectas sobre el levantamiento de las sanciones y el caso nuclear iraní con la mediación de Omán, y programaron una tercera fase de los diálogos para el próximo sábado.

El canciller iraní, Abás Araqchi, dio cuenta el viernes de las “serias dudas” que tiene Irán respecto a las intenciones de Estados Unidos en los diálogos sobre el programa nuclear de Teherán.

Durante su primer mandato, el presidente estadounidense, Donald Trump, retiró a Estados Unidos de un acuerdo nuclear, sellado en 2015 y que limitaba el programa nuclear iraní a cambio de un alivio de las sanciones impuestas contra la República Islámica. 

Teherán cumplió el acuerdo hasta la retirada de Washington, pero después empezó reducir sus compromisos con el pacto dado el incumplimiento de la contraparte.

En las nuevas negociaciones en curso, la República Islámica insiste en que el levantamiento de las sanciones debe generar beneficios económicos tangibles para el pueblo iraní y ha reafirmado que el derecho de Irán a enriquecer uranio es una línea roja.

Irán también ha subrayado que EE.UU. debe participar en negociaciones con seriedad y evitar dejarse influenciar por las presiones del régimen sionista, que busca obstaculizar el proceso.

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