Los ataques, una nueva violación de la soberanía del país árabe, también afectaron lugares cercanos al río Litani, incluidas las afueras de Aishiya, Wadi Zebqin y la zona entre Aita al-Jabal y Beit Yahoun.
La agresión se produce a pesar de un acuerdo de alto el fuego entre el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y el régimen israelí, que se alcanzó el 26 de noviembre de 2024 y entró en vigor al día siguiente.
La Agencia Nacional de Noticias de El Líbano, citada por Al Jazeera, ha informado que los aviones del ejército de ocupación lanzaron ataques aéreos consecutivos en varios lugares del sur del país, apuntando a la colina de Zaghrabin en el área de Jabal Al-Rihan – Jezzine, además de lanzar ataques aéreos entre las ciudades de Yater y Zeqin.
Por su parte, el medio local libanés L'Orient-Le Jour informó que el ejército israelí llevó a cabo 15 ataques aéreos en 30 minutos en el sur del Líbano, alrededor de las 10 de la noche hora local.
Tras no lograr sus objetivos, el régimen israelí se vio obligado a aceptar un alto el fuego con Hezbolá. Sin embargo, el régimen sigue violando el acuerdo casi a diario lanzando ataques contra territorios libaneses.
El 2 de diciembre, el régimen israelí violó el alto el fuego 52 veces en los primeros cinco días. Hasta el 20 de diciembre se habían denunciado al menos 259 infracciones que provocaron 31 muertos y 39 heridos.
A principios de febrero de 2025, El Líbano presentó una denuncia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra el régimen israelí por sus continuas violaciones de un acuerdo de alto el fuego y de la Resolución 1701 de las Naciones Unidas.
Desde que comenzó la escalada en octubre de 2023, alrededor de 4000 libaneses, muchos de ellos civiles, han muerto y más de un millón de personas han sido desplazadas.
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