Durante una manifestación de un millón de personas celebrada en apoyo a Gaza en la capital, Saná, el portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen, el teniente general Yahya Sari, ha anunciado este viernes “el comienzo de la cuarta fase de escalada” contra el “triángulo del demonio”, a saber Israel, EE.UU. y el Reino Unido.
El portavoz militar ha señalado que la decisión se produce en solidaridad con los palestinos, en medio de una esperada invasión israelí contra la ciudad sureña de Rafah, donde se ha convertido en refugio para más de la mitad de los 2,3 millones de la población de Gaza que huyen de los ataques israelíes.
Según Sari, las fuerzas yemeníes, en la nueva fase, atacarán a todos los barcos que se dirijan a puertos israelíes “desde el mar Mediterráneo en cualquier zona dentro de nuestro alcance”.
El portavoz yemení ha advertido que si el enemigo israelí tiene la intención de lanzar una operación militar agresiva contra Rafah, Yemen también impondrá “sanciones integrales” a todos los barcos de las compañías de cualquier nacionalidad, que estén relacionadas con el suministro o la entrada a los puertos ocupados de Palestina.
Y también impedirá que todos los barcos de estas compañías pasen por el área operativa de las Fuerzas Armadas yemeníes, independientemente de sus destinos, si Israel lanza una ofensiva terrestre contra Rafah, ha alertado.
El portavoz militar yemení ha dejado claro que Yemen está preparado para “etapas de escalada más amplias y más severas” hasta que termine la guerra israelí en Gaza y se levante el asedio impuesto a la población allí.
Desde noviembre pasado, semanas después del inicio de la guerra genocida del régimen sionista contra Gaza, Yemen lleva a cabo operaciones militares contra objetivos israelíes en Palestina ocupada, así como contra barcos vinculados al régimen de Tel Aviv o los que se dirigen a los puertos israelíes, en el mar Rojo en un intento de cortar las vías de suministro de Israel y forzarlo a que ponga fin a sus atrocidades en la Franja palestina.
Por su parte, Estados Unidos y sus aliados crearon una coalición para confrontar los ataques yemeníes en el mar Rojo y suministrar la seguridad de las embarcaciones vinculadas al régimen de Israel, mediante bombardeos a objetivos civiles en Yemen.
Esto ha provocado que Saná haya puesto en su blanco a los barcos estadounidenses y británicos.
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