“La formación de cada nuevo Parlamento conlleva nuevas esperanzas y es un capital valioso y aprovechado para el país. Corre como sangre por las venas del complejo político y social del país”, ha subrayado el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en un encuentro mantenido este jueves con miembros de la Asamblea de Expertos.
Asimismo, el ayatolá Jamenei ha llamado a los nuevos representantes a tener cuidado de no amargar el gusto de la nación y el ambiente político del país.
De igual manera, el Líder de Irán ha instado a los nuevos miembros de la Asamblea de Expertos —órgano encargado de elegir y supervisar la labor del Líder de la República Islámica—, elegidos en las elecciones del pasado 1 de marzo, a evitar hacer comentarios divisorios que beneficien a enemigos.
“Lo que puede socavar la dulzura de la nueva Asamblea son las palabras divisivas, las riñas y las hostilidades que benefician al enemigo. Tienen que ser muy cuidadoso”, ha señalado.
El ayatolá Jamenei ha pedido a la Asamblea de Expertos que esté comprometida con los principios de la República Islámica a la hora de hacer sus deberes.
Refiriéndose a la celebración de la marcha apasionada del 11 de febrero para conmemorar el 45.º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica y las elecciones del 1 de marzo, el Líder ha precisado que en estos dos meses aparecieron más que en otros años los signos de la democracia islámica.
Al explicar la lógica de la posición de la República Islámica y frente a los opresores, el ayatolá Jamenei ha puesto de manifiesto que hasta el establecimiento de la República Islámica, el único frente existente en el mundo era el frente de las democracias dependientes de la democracia liberal occidental.
“El nacimiento de la República Islámica creó un impacto global. Creó un terremoto. Fue un incidente mundial. Creó dos frentes en el mundo. Un frente fue el de las democracias relacionadas con la política de democracia liberal, y el otro, fue república relacionada con la religión y el islam”, ha puntualizado.
Con la victoria de la Revolución Islámica, se formó un nuevo frente basado en la democracia islámica, que naturalmente se oponía al frente de la democracia occidental. “La razón de su sensación de peligro y conflicto fue que en la esencia del sistema democrático occidental, hay arrogancia y violación de los derechos de las naciones y creación de guerras y derramamiento de sangre ilimitado para ganar poder lo cual se evidencia en la colonización de muchos países de Asia, África y América Latina en el siglo XIX, es decir, en el período de auge de sus consignas y alegatos en el campo de la democracia, la libertad y los derechos humanos”, ha remarcado el Líder.
En este contexto, ha subrayado que la principal cuestión de la democracia religiosa creada tras la victoria de la Revolución Islámica en Irán es enfrentarse con estos acontecimientos, la opresión y la agresión que existe dentro del frente de la democracia occidental, y ha aseverado que la República Islámica, por si misma, no tiene ninguna objeción con otros países, gobiernos y pueblos.
“No tenemos ningún conflicto con países, gobiernos y naciones per se, pero nuestra oposición es contra la opresión y agresión que existe dentro del frente de la democracia occidental”, ha recalcado.
Gaza, un claro ejemplo de la agresión del frente de la arrogancia
El Líder de Irán ha enumerado los desafortunados acontecimientos ocurridos en Gaza como un claro ejemplo de la arrogancia y agresión del frente arrogante contra los propietarios de una tierra y el asesinato cruel e insensible de mujeres y niños y la destrucción de las propiedades y recursos del pueblo palestino.
“La oposición de la República Islámica es en realidad oposición a tales atrocidades y estos son crímenes que son condenados por todo el sentido común, costumbre, Sharia (ley islámica) y conciencia humana, pero cuentan con el apoyo de Estados Unidos, el Reino Unido y algunos países europeos”, ha denunciado.
En este mismo ámbito, ha hecho hincapié en la necesidad de que esta cuestión debe quedar clara y obvia que el frente de la arrogancia ha ocultado la opresión, la agresión y los asesinatos bajo el nombre de democracia, derechos humanos y liberalismo.
El ayatolá Jamenei ha enfatizado la necesidad de mantener siempre en alto la bandera de la lucha contra el imperialismo, y ha aconsejado a los diputados participantes en el encuentro a no permitir que le quiten este abanderamiento en la lucha contra la arrogancia. “Debemos ser pioneros, tomar la iniciativa y levantar esta bandera en lo alto”, ha agregado.
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