• Foro Abierto - México: los periodistas, espiados y asesinados
jueves, 29 de junio de 2017 16:26

Agobiados por el estrés que entraña ser espiados, bajo continuas amenazas que muchas veces terminan en asesinatos: así es como trabajan los periodistas en México.

Hace apenas unos días, el diario estadounidense The New York Times destapó un escándalo que involucra al Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en acciones de espionaje en contra de periodistas, activistas y defensores de derechos humanos.

En su último informe sobre la situación de la prensa en México, la organización internacional Artículo 19 documentó que la impunidad de los delitos en México es del 98 %, en el caso de los que atentan contra el periodismo ronda el 99,75 %.

Los periodistas mexicanos se sienten indefensos ante las amenazas del mundo del narcotráfico, el espionaje del Estado, la falta de mecanismos de defensa eficientes y un acoso interminable.

Un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reveló que 41 % de los profesionales que cubren constantemente temas relacionados con la violencia padecen estrés postraumático, asimismo el 35 % de quienes realizan coberturas relacionadas con temas como los desaparecidos presenta depresión, ansiedad y somatización del estrés.

Eduardo Quintana, director de “SpectroRadio”, enfatiza: “Hay pruebas que involucran a Peña Nieto. Todo esto tiene dos propósitos: atemorizar y transmitir la idea de que el Gobierno está en todos lados”.

Fran Pérez, secretario de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos de Izquierda Unida (IU), advierte: “En una fase muy defensiva de su mandato, es posible que Peña Nieto vea como enemigos a quien no debe. Hay que exigir una investigación a fondo”.

Luis Ruiz Salgado, director de la revista lasarmas.com, en cambio dice: “No se sabe muy bien a qué juegan quienes denuncian esto. Hasta que no se demuestre lo contrario, no se podrá acusar al Gobierno de Peña Nieto como responsable directo de estos hechos”.

Francisco Trejo, periodista, lo ve así: “No hay indicios serios de que el culpable sea el Gobierno. Es decir, no digo que no haya culpabilidad; digo que no se va a poder probar”.

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