El Frasco, medios sin cura: El brujito de Washington se roba el petróleo de Siria

En Estados Unidos, la Cámara de Representantes aprobó iniciar el procedimiento del juicio político (impeachment) contra el presidente Donald Trump.

De inmediato, el mandatario estadounidense aseguró que se desató la “mayor cacería de brujas” en la historia del país norteamericano.

Mientras tanto, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, que pocos meses atrás tan preocupado parecía por los derechos humanos en Venezuela, es acusado de continuar con represión, torturas y desapariciones en las masivas manifestaciones que siguen teniendo lugar en su país.

Tal parece que los discursos a viva voz para denostar al “régimen de Nicolás Maduro” no se aplican cuando de hablar acerca de lo que pasa en los propios países se trata.

Por otro lado, en Haití se vive una dramática situación que hasta el momento no parece alertar a las autoridades de la Organización de Estados Americanos (OEA), tan veloces para indignarse o denunciar cuando de otros países de trata. ¿Por qué la prensa dominante no tiene en primera plana lo que allí sucede?

Y hablando de los intereses a los que responde la OEA, en Bolivia se viven tensos días mientras la oposición, no dispuesta a reconocer los resultados de las elecciones, amenaza con generar un golpe. ¿Se viene otro “autoproclamado”?

Quienes antes apelaban a engaños como acusar a un país de tener “armas de destrucción masiva”, ahora ni siquiera parecen tomarse la molestia de inventar un pretexto: Donald Trump sugirió que el petróleo de Siria le pertenece a Estados Unidos (¡!)

¿Qué pasaría si los gobiernos de los otros países del mundo actuarán como lo hace Estados Unidos? ¿Podrían de pronto reclamar las cataratas del Niágara, la Reserva Federal o las acciones en Wall Street sólo porque sí?

Además, hablamos con la licenciada Tamara Lalli acerca de la situación actual en Siria y de la gigantesca manipulación mediática que se dio en torno a la generación de un conflicto que ya lleva más de 8 años y en el que, pese a todo, el pueblo sirio está triunfando.

Los medios dominantes tal vez no tengan cura, pero al menos dudemos de aquellas “píldoras” que pretenden que traguemos.

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