Detrás de la Razón: Psicosis o estrategia militar ¿Qué esconde el misterio de Trump contra Irán?
De la posibilidad de guerra militar se ha pasado a la guerra de amenazas.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, en un comportamiento que parece errático, cada vez que puede, amenaza a Irán con el uso de la fuerza extrema y todo el poder militar estadounidense, pero también, cada vez que puede, dice que no quiere guerra, que está abierto al diálogo, que el teléfono de la Casa Blanca está listo para hacer contacto, y que además, no hay señales de que los iraníes estén planeando un ataque contra militares y bases estadounidenses, contradiciendo sus declaraciones anteriores.
¿Está loco Trump? ¿Quiere guerra o le gusta el show? El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, responde a la nueva retórica antiraní del presidente de EE.UU. y le advierte que nunca “amenace a un iraní”.
“El terrorismo económico y las burlas genocidas de Trump no pondrán fin a Irán. Nunca amenace a un iraní. Intente ser respetuoso. Eso funciona”, ha alertado el ministro de Exteriores de Irán por medio de un mensaje en Twitter.
El canciller iraní ha reaccionado de este modo a una nueva amenaza —en línea con el estilo confrontativo de la Administración estadounidense—, lanzada por el propio mandatario norteamericano, quien alertó el domingo que, “si Irán quiere pelear, ese será el fin oficial de Irán”. Y esta es la sintonía y sinfonía trumpiana, amenaza y no amenaza, decir y contradecirse.
Mientras esto sucede, EE.UU. tiene ya frente a las aguas de Irán destructores, portaviones nucleares, bombarderos nucleares, aviones F-35 y baterías de misiles.
Últimamente, las retóricas y amenazas de Washington contra Teherán han ido en aumento después de que EE.UU. se retirara del acuerdo nuclear —de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)— e impusiese un asfixiante bloqueo económico contra la nación iraní, al que las mismas autoridades iraníes tildan de terrorismo económico y presión psicológica.
Ante ello, Zarif ha denunciado en varias ocasiones los planes ideados por lo que llama el “Equipo B”, integrado por el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton; el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman Al Saud; su homólogo emiratí, Muhamad bin Zayed Al Nahyan; y el primer ministro del régimen israelí, Benjamín Netanyahu.
Conforme ha advertido el canciller iraní, el “Equipo B” proyecta complots para difundir “información falsa” sobre Irán, idear una “guerra permanente” con Teherán, e incluso ofrecer “propuestas vacías” para sentarse a la mesa de diálogo.
Sin embargo, el Gobierno de Irán asegura que nunca cederá ante las demandas excesivas de EE.UU. ni ante su campaña de presión, y señala que nadie le puede dictar las directrices o intereses a la nación persa.
Y mientras sucede todo esto, la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) anunció que el país ha cuadruplicado la producción de uranio. El portavoz del ente iraní, Behruz Kamalvandi, subrayó que tienen la capacidad necesaria para alcanzar fácilmente 190 000 de capacidad de SWU.
De esta manera, Irán envió un mensaje al resto de signatarios del acuerdo nuclear para cambiar su política de presión contra Teherán. El país persa multiplicó por cuatro su producción de uranio enriquecido al 3,67 %, tras su decisión de suspender parte de los compromisos asumidos en el acuerdo nuclear, así lo declaró el portavoz de la OEAI.
En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted, en su casa, concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.
El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la noche; México, Colombia y Chicago a la una de la tarde.
Por: Roberto de la Madrid.
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