• Detrás de la Razón: Llegó la hora de AMLO, retos y perspectivas del nuevo presidente de México
sábado, 1 de diciembre de 2018 23:35

El primer día del último mes del año 2018 marca el inicio de una nueva era para México.

Dice un viejo refrán que “a la tercera va la vencida”. Después de dos elecciones perdidas, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) venció el pasado 1 de julio con más de 30 millones de votos, algo que nunca había ocurrido en México y se convirtió así en el primer presidente de izquierda en la historia reciente del país.

Pero AMLO se enfrenta a una serie de espinosos problemas heredados de su antecesor, el impopular Enrique Peña Nieto. López Obrador recibe hoy un país con problemas económicos, con la mayor ola de violencia en 80 años, escándalos de corrupción, múltiples denuncias por violación a los derechos humanos y la crisis migratoria, con una caravana que ahora mismo acampa en la frontera norte del país. A esto le sumamos unas relaciones especialmente tensas con Estados Unidos.

Antes de empezar su mandato comenzaron varios cambios drásticos. Ha renunciado a ocupar la residencia presidencial, a utilizar el avión presidencial, a beneficiarse de una protección personal, y va a reducir su sueldo en más de la mitad.

Un nuevo presidente que quiere predicar con el ejemplo, pero AMLO deberá buscar el equilibrio entre las finanzas públicas y su exigente agenda social. La realidad es que el mandatario recibe México con casi 55 millones de personas pobres, donde el salario mínimo es ahora mismo uno de los más bajos de toda América Latina.

A López Obrador, le llegó el momento de transformar el estribillo anticorrupción de su campaña, en políticas públicas para superar la desigualdad y la violencia, los grandes males que nacen de la corrupción que carcome a México.

El nuevo presidente tiene seis años para hacer realidad lo que denomina la “cuarta revolución”, sentando las bases de un estado social de derecho y relanzando su potencial económico. El futuro de México está por escribirse y nosotros estaremos aquí para contarlo.

Por: Juan Gabriel Gordín.

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