• Detrás de la Razón: Donald Trump y Vladimir Putin se enfrentan en la batalla final de Siria, envían destructores
martes, 4 de septiembre de 2018 19:45

Todo el mundo está centrado en Idlib, la provincia y la ciudad también del mismo nombre, en noroeste de Siria.

Como reporté ayer, el Ejército de Siria la tiene rodeada, y se reporta listo para disparar. Esperan la orden para atacar a los terroristas que tienen controlada esa provincia. Algunos calculan que hay 30 000 milicianos armados y bien pertrechados, listos también para responder el ataque, de hecho, ya han destruido algunos puentes para dificultarle el paso a las fuerzas gubernamentales.

El Gobierno de Siria asegura que esta es la gran oportunidad para eliminar a los terroristas y para rehacerse del control de casi todo el país. Al escenario han llegado, es decir frente a sus costas, un barco destructor cargado de misiles y un bombardero repleto de bombas.

¿Qué hacen ahí? Por si fuera poco, Rusia por su parte ha enviado 25 barcos de guerra y 30 aviones entre ellos bombarderos. ¿Por qué? Aquí se complica todo. Lo que le alerté ayer es el mismo nudo que está ensuciando lo que podría ser una batalla de liberación.

El Kremlin alerta de que los rebeldes, terroristas y milicianos dentro de Idlib están preparando el famoso ataque químico de falsa bandera, es decir atentarán contra su propia gente, y que después ese ataque hará que Estados Unidos lo use como fundamento para culpar y atacar al Ejército de Siria, un esquema similar al del año pasado y al de las rabietas del presidente estadounidense, Donald Trump, cuando comiéndose una tarta “bella” de chocolate (sic) con el presidente de China, Xi Jinping, en su palacete de Miami, sureste de EE.UU., ordenó una lluvia de misiles sobre territorio sirio.

Y mientras son peras o manzanas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pide a Siria y a Rusia quien apoya también el ataque de liberación a Idlib, que no ataquen porque cientos de miles de civiles quedarán atrapados en un baño de sangre.

Declaración de la ONU, menospreciada ayer por uno de nuestros analistas quien dijo que las Naciones Unidas le estaba siguiendo el juego a EE.UU., para evitar que se ataque a los terroristas. Lo que no sabemos es si la petición de hoy de Donald Trump directa a Irán, Siria y Rusia de no atacar Idlib, es una súplica o una amenaza.

¿Por qué no quiere Trump que se ataque? ¿Y para qué envió a su destructor? En medio de toda esta turbulencia, Irán envía a su principal diplomático justo a esa zona, a Siria.

El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, ha llegado a Damasco, la capital siria, para entrevistarse con las máximas autoridades, revisar la situación y reiterarle su apoyo al Gobierno sirio.

Nada más llegar al suelo sirio este lunes, el máximo responsable de la Diplomacia iraní ha dejado claro que Idlib, como todo el territorio sirio, debe ser libre de los grupos extremistas para que la paz y la calma vuelvan a Siria. ¿Qué pasará en Idlib? ¿Habrá batalla o no? ¿Será la batalla final?

En “Detrás de la Razón”, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen.

El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis y Madrid, siete de la tarde; México, doce del día, y Colombia, una de la tarde.

Por: Roberto de la Madrid.

mhn/ncl/hnb

Comentarios