• Detrás de la Razón: Descubren 3 bebés muertos flotando en el mar ¿Qué esconden?
sábado, 30 de junio de 2018 21:51

Al contrario de lo que muchos medios reportan como largas horas, maratónica reunión, yo le digo que bastó para maquillar lo que puede ser el hundimiento de la UE.

La tensión sigue al máximo, porque para eso se creó la Unión Europea (UE), para evitar que volvieran existir Adolf Hitler o Benito Mussolini, para evitar nacionalismos, supremacismos, racismos, y para que todos en común espacio y política le hicieran frente al mundo.

Pero hoy, la UE no es eso, hoy es un manojo de reclamos entre unos y otros por quien hace más, quién hace menos o quién hace verdaderamente las cosas Matteo Salvini. Bastó una madrugada para lo que debería de ser meses, para volver a calibrar lo que se ha desequilibrado en la Unión: la unión.

Porque precisamente es la desunión lo que hasta ahora ha sido claro. Cada país quiere ahora un rumbo distinto. Y es justamente eso, lo que llevó a tener en menos de un mes dos mini-cumbres para tratar de ponerse de acuerdo o fingir que todo está bien y que pueden enfrentar cualquier problema unidos.

El resultado: un acuerdo confuso, no claro, no firme, ni siquiera vinculante, con opción a que por voluntad, los países pueden -si quieren-, o no, frenar la migración con métodos que además no atacan el problema.

Como poner un tapón gigante a África para que todos los que se adentren a la mar, regresen en un círculo como de parque de diversiones, a una celda disfrazada de centro de desembarque, pero si no desembarcaron, más bien los regresaron, hasta el nombre tiene maquiavélico toque.

Salvini, líder de la Liga y primer ministro italiano, exige una disculpa a Emmanuel Macron después de que el portavoz del Gobierno francés acusara a Italia de comportarse de forma cínica e irresponsable al rechazar el desembarco de los inmigrantes del ‘Aquarius’.

También ironiza con la decisión del presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez, de acogerles en España, publica El País, al pie de una declaración de Salvini que asegura que los italianos son campeones en altruismo y humanismo al acoger más migrantes que nadie.

Lo más dramático es que los países están reportando un problema migratorio como si fuera un monstruo que se los va a devorar, probablemente en el futuro, como ya dijimos en el programa anterior, pero en el presente, las cifras son sorprendentes: el flujo migratorio no ha crecido, ha reducido casi un 100 %; del millón de migrantes que llegaron a Europa en 2015, en lo que va del año 2018, que ya es más de medio, a penas van 45 000 migrantes.

¿Entonces por qué tanto drama y escándalo entre los gobernantes europeos? Esa es la pregunta. Y la respuesta es la trágica realidad. Los políticos está usando a los migrantes como carne para la urna. Apunta bien el periodista Iñaki Gabilondo, al señalar que varios políticos, ven los migrantes como votos que se van.

Las placas tectónicas están fracturadas a nivel social, de un lado los socialdemócratas, liberarles y toda la tribu mezclada, y del otro lado los nacionalistas, derechistas, ultras que apuestan a lo que Mussolini apostó, al resentimiento por no tener un bolsillo con más euros, mejores trabajos y salarios. ¿A quién se culpa? Al migrante. ¿Por quién se vota? por el antimigrante.

Así, la canciller Angela Merkel ve la posibilidad de perder, y Salvini y su primer ministro, de ganar. ¿A dónde va ir a parar esta Europa variopinta, ¿donde los puntos negros son los negros que están pagando los platos rotos de la desventura y desmedida ansia por controlar de los líderes europeos?

En Detrás de la Razón, nosotros preguntamos, los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es detectar las aristas que no nos dicen. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis y Madrid, siete de la tarde; México, y Colombia, una de la tarde.

Por Roberto de la Madrid

smd/ncl/mkh

Comentarios