• Detrás de la Razón - Turquía, Estados Unidos, Rusia y Europa
sábado, 23 de julio de 2016 21:18

Es imposible que miles de pensantes que se prepararon intelectualmente estén equivocados, y que tú, como presidente, seas el que tiene la razón.

Cuando suspendes o le quitas el trabajo a los mejores profesores, intelectuales y maestros de las universidades de tu país, cuando le quitas el trabajo muchos de los que piensan y educan en tu país, y cuando además estas suspensiones no son de uno ni dos científicos, profesores y académicos, sino de miles.

¿Cómo se le llama a eso? No lo sabemos. Pero hay que reportarlo porque esto está pasando en uno de los países claves que hoy vive el mundo: Turquía.

Lo cierto es que el intento de golpe de Estado sirvió perfecto para que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aumentara la represión.

Y decimos "lo cierto" porque hay aún muchas teorías y rumores sobre quién en realidad organizó el golpe de Estado de hace unos días (extraño golpe donde los golpistas no detuvieron a ningún alto mando del Gobierno, donde no eliminaron a la guardia presidencial, ni detuvieron al presidente que con toda facilidad se dio el lujo de volar en avión y convocar a una manifestación).

Y decimos "sirvió perfecto" por lo siguiente: Para empezar, Erdogan impuso el periodo de emergencia que asegura es para eliminar a todos los contrarios al país, a sus opositores que considera terroristas, y a las corrientes golpistas, y proteger así, según él, la democracia.

En pocas palabras es la suspensión de la Convención Europea de Derechos Humanos y la implementación de un decreto que establece que todos los funcionarios públicos encargados de ejecutar las decisiones tomadas bajo el "estado de emergencia", no podrán ser responsabilizados de sus prácticas, y por ello mismo, estarán libres de toda pena legal, o financiera (prácticamente, un permiso para la impunidad).

Por si fuera poco, se extiende el periodo de detención provisional de 7 días a un mes, por el cual se pude detener a quien sea (antes de ser acusado).

Esta ola de "purificación" atenta directamente contra todo: 15 mil empleados de universidades públicas y privadas, entre ellos maestros, académicos, han sido echados a la calle. Casi 2000 de los profesores y personajes intelectuales reconocidos y de alto nivel, se consideraron un peligro, y fueron suspendidos. 28 mil relacionados al Ministerio de Educación.

En total, más de 60 mil empleados expulsados porque se cree, se siente, se estima, se opina, o se huele, sin evidencia convalidada y sin juicio, que son parte o pueden ser parte de un plan para quitar al presidente Erdogan.

El presidente cree que esto es parte del plan de su enemigo, el clérigo turco Fethulá Gülen, refugiado en EE.UU., y quizá de reojo acuse también a Washington.

También han sido detenidas más de 9 mil personas, acusadas de formar revueltas, entre ellas casi mil jueces y fiscales, y más 6 mil militares.

Por si faltaba, se quiere implementar la pena de muerte en Turquía. Dice el presidente que eso sería democracia si el pueblo se lo pide. La Unión Europea (UE) alerta que si eso pasa, Turquía le dirá así, adiós a la posibilidad de ser un país-miembro de los europeos.

Turquía está moviendo sus piezas, Erdogan mueve sus piezas de política interna, para mover las de la externa. Resolvamos y entendamos cuál es el verdadero plan de lo que se cocina en el puente que une Oriente Medio con el Occidente y con Rusia.

En Detrás de la Razón, las preguntas y respuestas a las diez treinta, desde los estudios de Teherán; Londres, seis de la tarde; México y Colombia, doce del día; Madrid, ocho de la noche.

xsh/ncl/nal

Comentarios