• Video: mártir iraní da vida a los demás incluso tras su muerte
Publicada: lunes, 28 de noviembre de 2022 9:57
Actualizada: martes, 29 de noviembre de 2022 12:16

Un defensor de la seguridad, que perdió la vida durante los disturbios en la provincia de Kurdistán (oeste), al donar sus órganos, ha dado vida a otras personas.

El teniente coronel Toray Ardalan, un oficial de una de las comisarías de la ciudad de Bané, ubicada en el noroeste de la provincia de Kurdistán (oeste de Irán), fue atacado por los alborotadores en el marco de los disturbios ocurridos el 27 de octubre de 2022. Tras 20 días y al ser declarado de muerte encefálica, la familia de este defensor de la seguridad, de 46 años y que deja dos hijos de 18 y 13 años, acordó donar sus órganos.

Ahora, este mártir militar va a realizar otra operación, la misión de salvar la vida de otros tres seres humanos, sin embargo, esta vez con su propia vida.

Realmente, cuando estaba vivo le habría gustado donar sus órganos, si hubiera tenido la ocasión, lo que ahora se hizo realidad y puede, mediante esta donación, dar vida nueva a otras personas”, recuerda la esposa del teniente coronel.

 

En este sentido, el hermano del mártir destaca que Toray ha pasado 28 años de su vida en zonas fronterizas de las provincias Kurdistán y Kermanshah, y lo califica como “un soldado que trataba bien a la gente y era leal a la doctrina de la República Islámica”. “Estoy contento de que mi hermano haya caído mártir y se lo dedico al Líder de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, y el pueblo iraní”, enfatizó.

El 23 de noviembre en el Hospital Masih Daneshvari (ubicado en Teherán, la capital iraní), sus riñones e hígado fueron preparados y enviados en calidad de donación a dos hospitales de Teherán. El cuerpo de este mártir, defensor de la seguridad, fue sepultado el 25 de noviembre en el cementerio de la ciudad de Qorvé, en sureste de Kurdistán.

En las últimas semanas, vándalos, apoyados por los países occidentales, se han aprovechado de la muerte de una joven iraní Mahsa Amini, de 22 años —suscitada en septiembre en un hospital días después de que fuera detenida por la Policía de Irán—, para atentar contra el orden público, provocando disturbios, agresiones contra las fuerzas de seguridad.

Irán, por su parte, denuncia la implicación de Estados Unidos, Israel y algunos de sus aliados occidentales en los desmanes ocurridos en las últimas semanas y avisa que los enemigos están utilizando el entorno creado para cometer actos de terror en algunas ciudades.

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