“La guerra por el poder se terminó prácticamente para los rebeldes, ya que actualmente no hay países que apoyan a la oposición para hacer caer a Al-Asad (…) solo nos queda la opción política para acabar con el conflicto en el país”, ha admitido este viernes Louay Husein, que preside la Corriente Construyendo el Estado Sirio.
A continuación, ha afirmado que la reconquista de Alepo por las fuerzas gubernamentales ha sido un gran triunfo estratégico para el Gobierno de Damasco, pues marcó un punto de inflexión en el conflicto armado del país y se considera la mayor derrota de los ‘rebeldes’.
La guerra por el poder se terminó prácticamente para los rebeldes, ya que actualmente no hay países que apoyan a la oposición para hacer caer a Al-Asad (…) solo nos queda la opción política para acabar con el conflicto en el país”, ha admitido el líder opositor sirio Louay Husein.
Se ha referido también a la intervención militar rusa en suelo sirio, subrayando que la injerencia militar de Moscú cambió las ecuaciones del poder a favor del Gobierno sirio.
Husein, asimismo, ha destacado que en la conferencia de paz sobre Siria, celebrada el mes pasado en Astaná bajo supervisión de Irán, Rusia y Turquía, se abrió una nueva vía para consolidar el alto el fuego en el territorio sirio, que, en su opinión, allana el camino para estabilizar la situación y celebrar las conversaciones en Ginebra.
Transcurridos casi seis años desde el inicio de los conflictos armados en Siria, las grupos armados, pese al masivo apoyo que reciben de varios países extranjeros, principalmente de EE.UU., no han logrado materializar el objetivo de sus patrocinadores, es decir, derrotar al Ejército sirio y derrocar al Gobierno de Damasco.
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