• El representante permanente de Irán ante la Oficina de la ONU en Ginebra (Suiza), Ali Bahreini.
Publicada: viernes, 17 de marzo de 2023 16:48
Actualizada: viernes, 17 de marzo de 2023 18:59

Irán reclama en una sesión del Consejo de DD.HH. de la ONU medidas necesarias contra la discriminación y el insulto a las religiones y sus seguidores.

“Pedimos a la comunidad internacional que tome las medidas necesarias para prevenir cualquier discriminación, hostilidad, violencia, difamación e insulto a las religiones y sus seguidores”, indicó este viernes el representante permanente de Irán ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), Ali Bahreini, leyendo una declaración apoyada por 60 países, en una sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU).

En la declaración se advierte que “la falta de respeto por la diversidad cultural conduce a la unilateralidad, el extremismo y la violencia”.

Además, hicieron hincapié en el papel de la religión en la promoción de los derechos humanos en los países, el mundo y las organizaciones internacionales.

Mientras tanto, instaron al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a que “tome medidas concretas y adicionales para hacer frente a los estereotipos negativos contra las religiones y las figuras religiosas, así como para hacer frente a las acciones que inciten al odio, la discriminación y la violencia por motivos religiosos, y que utilice la capacidad y el papel de líderes religiosos en la promoción de los derechos humanos”.

 

La declaración fue preparada por iniciativa de la representación permanente de la República Islámica en Ginebra bajo el título ‘El papel de la religión en la protección y promoción de los derechos humanos’, que contó con el apoyo de más de 60 países, incluida la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) y una serie de otros países.

La profanación descarada de las santidades islámicas en nombre de la libertad de expresión y de pensamiento se normaliza escandalosamente en Occidente.

Los casos más recientes ocurrieron en enero en Estocolmo (capital de Suecia) y La Haya (Países Bajos), donde el sagrado Corán fue profanado a plena luz del día y, como siempre, los países occidentales no solo permanecieron como espectadores mudos, sino que se convirtieron en animadores de ello.

Desafortunadamente, la despenalización de tales crímenes de odio y el continuo desprecio por los insultos contra el Islam y la profanación de sus lugares sagrados, aparentemente para defender la libertad de expresión, está destinado a dar lugar a la islamofobia, y a crímenes e incluso asesinatos relacionados con la islamofobia.

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