• El portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, habla en una rueda de prensa en Teherán, capital del país.
Publicada: martes, 29 de septiembre de 2020 10:59

Teherán tacha de falsos los informes sobre el envío de armas, a través de Irán, a Armenia, en medio de la escalada de tensiones entre este último con Azerbaiyán.

El tránsito de bienes no militares entre la República Islámica y los países vecinos sigue en marcha de manera normal. (…) Irán supervisa y controla con mucha atención el proceso del tránsito y no permite que su suelo sea utilizado para el envío de armas y municiones”, ha remarcado este martes el portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade.

Con estas declaraciones hechas en una rueda de prensa en Teherán (la capital iraní), Jatibzade ha reaccionado a los informes publicado en algunos medios sobre el envío de armas a Armenia a través de suelo iraní.

La Embajada de Irán en Azerbaiyán ha rechazado también la noticia sobre el envío de armas rusas a Armenia a través del territorio de Irán, y ha aseverado que tales infundios tratan de dañar los buenos lazos entre Teherán y Bakú.

La noticia sale a la luz tras el aumento de la tensión en los últimos días entre Armenia y Azerbaiyán en la disputada región fronteriza de Nagorno Karabaj. Se han reportado el derribo de helicópteros y destrucción de tanques, además de cientos de muertos y heridos en ambos países.

 

La República Islámica invitó, desde el primer momento, a Bakú y Ereván a la moderación, el diálogo, y el cese inmediato de los ataques, mientras asevera que “esa alarmante violencia” amenaza la estabilidad regional.

En conversaciones telefónicas sostenidas por separado con los cancilleres de Armenia y Azerbaiyán, Zohrab Mnatsakanyan y Jeyhun Bayramov, respectivamente, el ministro iraní de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, expresó asimismo la disposición de Teherán de mediar entre ambos países en conflicto.

Nagorno Karabaj está situada en Azerbaiyán, pero la mayoría de sus habitantes son armenios. Los expertos en temas regionales opinan que este prolongado conflicto —iniciado en 1988, después de que este enclave, con apoyo del Gobierno armenio, decidiera independizarse de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán— podría resolverse sólo mediante el diálogo, pues las confrontaciones militares no hacen más que agravar la situación.

Aseveran además que los pueblos de Azerbaiyán y Armenia son las víctimas de un conflicto alimentado por ciertos actores extranjeros, especialmente el régimen israelí, que han convertido la zona en un campo de competiciones militares y políticos.

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