• Mahmud Abás, presidente de Palestina, en una rueda de prensa en París, capital de Francia, 22 de diciembre de 2017.
Publicada: lunes, 1 de enero de 2018 19:09

El presidente de Palestina, Mahmud Abás, censura la reciente decisión del partido israelí Likud de extender la soberanía israelí en los territorios ocupados de Cisjordania y critica la postura indiferente de Estados Unidos ante dicha iniciativa.

El comité central de Likud, formación a la que pertenece el primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu, exigió el domingo la anexión formal de algunas partes de la Cisjordania ocupada y llamó a los representantes electos a trabajar para que se permita una construcción sin obstáculos y se extiendan la ley y la soberanía israelíes en todas las áreas de Judea y Samaria (Cisjordania).

“(La iniciativa) no podía ser llevada a cabo sin el completo apoyo de la Administración estadounidense”, ha denunciado el mandatario palestino en un comunicado difundido este lunes.

En la nota, ha condenado el mutismo de las autoridades estadounidense ante la ilegal expansión de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados y “los ataques sistemáticos” que el régimen sionista perpetra contra la oprimida nación palestina.

(La iniciativa) no podía ser llevada a cabo sin el completo apoyo de la administración estadounidense”, ha denunciado Mahmud Abás, presidente de Palestina.

 

“Esperamos que esta votación sirva para recordarle a la comunidad internacional que el gobierno israelí, con el pleno apoyo de la Administración de Estados Unidos, no está interesado en una paz justa y duradera”, agrega el comunicado de Abás.

El Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah), por su parte, condenó el domingo la resolución del Likud y la consideró como el “fin unilateral” del proceso de paz entre Palestina y el régimen de Israel.

La presencia y la continua expansión de los asentamientos han creado un gran obstáculo a los esfuerzos para establecer la paz en el Oriente Medio. Los palestinos quieren Cisjordania como una parte de su futuro Estado independiente, y Al-Quds (Jerusalén), como su capital.

Gran parte de la comunidad internacional considera que los asentamientos israelíes son ilegales porque los territorios fueron usurpados por el régimen israelí, por lo tanto, están sujetos a los Convenios de Ginebra, que prohíben la construcción en los territorios ocupados.

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