• El premier israelí, Benyamin Netanyahu, y el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Publicada: jueves, 21 de diciembre de 2017 1:59

Israel presiona intensamente a los países de todo el orbe para que se opongan a la resolución de la ONU que busca condenar el cambio de estatus de Al-Quds.

Funcionarios de alto rango del régimen israelí aseguraron el miércoles que la votación de este jueves de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicará si el primer ministro de Israel, Benyamin Netanyahu, ha tenido éxito en sus esfuerzos por granjearse el apoyo del mundo a la hora de frenar cualquier medida antiisraelí.

EE.UU. e Israel han manifestado la gran importancia de la votación de este jueves. La jefa de la misión diplomática estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, amenazó el martes a los Estados miembros de la ONU con la toma de represalias si apoyan una resolución antiisraelí.

La viceministra israelí de asuntos exteriores, Tzipi Hotovely, anunció, por su parte, que el régimen y EE.UU. han realizado inmensos esfuerzos para bloquear la resolución.

Un funcionario del ministerio de asuntos exteriores de Israel también confirmó que el régimen de Tel Aviv lleva a cabo una campaña de presión para minimizar el impacto de la resolución.

La fuente diplomática, igualmente, indicó que Israel está tratando de convencer a sus aliados de que se abstengan de votar a favor de la resolución, añadiendo que el régimen israelí ha pedido a las organizaciones judías de ciertos países que presionen a sus Gobiernos en nombre de Israel.

 

En este sentido, el funcionario israelí, que habló bajo condición de anonimato, se negó a revelar el nombre de dichos Estados.

De alguna manera, la votación pondrá a prueba la política exterior de Netanyahu. En los últimos años, el premier israelí ha realizado grandes esfuerzos para ir más allá de los aliados tradicionales del régimen en Washington y Europa, y reforzar lazos con los países en vías de desarrollo.

EE.UU. vetó el lunes una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre el estatus de Al-Quds (Jerusalén), mientras que los 14 miembros restantes del organismo votaron a favor de esta medida, presentada por Egipto.  

La campaña de presión de Israel se ha intensificado después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, reconociera a la ciudad sagrada de Al-Quds como la capital de Israel, una medida que ha generado protestas en todo el mundo.

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