Publicada: miércoles, 15 de septiembre de 2021 10:22

Los recientes acontecimientos en Asia Occidental son señales que podrían contribuir a lograr la paz en esta zona por los propios países regionales.

Hoy la región de Asia Occidental no es la misma de hace 10 años. Luego de la treta con la llamada “Primavera Árabe” el ambiente en esa región era desolador. Sin embargo, con la resistencia mostrada por los pueblos de esas naciones y el pragmatismo aplicado por otras, hacen del panorama regional algo muy distinto.

La firmeza de los pueblos de Siria, El Líbano, Irak, Irán, Palestina y Yemen ha permitido el retroceso de los proyectos que llevaban adelante Estados Unidos e Israel en la región a través de la llamada Primavera Árabe que escondía detrás al “Estado Islámico”. 

Rusia, arbitro clave en Asia Occidental

Estados Unidos atraviesa una crisis de confianza a nivel global y en particular en Asia Occidental por los funestos resultados en sus intervenciones en Irak, Libia, Siria y por último con la retirada desastrosa de Afganistán. Ello ha tenido gran impacto en la mirada de los aliados de Estados Unidos en la región. Paralelamente, Rusia se ha convertido en un árbitro clave en Asia Occidental, partiendo de la influencia rusa durante el colapso de los precios del petróleo en 2014, donde cooperó de manera comprometida con los actores regionales y mundiales para recuperar los precios con el llamado “Acuerdo OPEP de reducción de producción de petróleo”.

Igualmente, la ascendencia de Rusia en la región se hizo evidente con apoyo militar ofrecido a Siria en el 2015, así como el despliegue diplomático-comercial y militar con el resto de los países. En este empuje geopolítico Moscú no solo estrecha relaciones con Irán, Siria, Turquía, entre otros, sino que también extendió su campo de acción en países como Arabia Saudí.

Por su parte, Arabia Saudí ha adoptado una política de diversificación de sus relaciones y de optar por una posición mucho más pragmática con la realidad. Razón por la cual, recientemente (agosto 2021), Rusia y Arabia Saudí han estrechado su cooperación bilateral, acercando sus posturas políticas con los diferentes actores regionales y firmando un trascendente acuerdo para desarrollar una cooperación militar, el mismo incluye la firma de un memorándum sobre la compra de los derechos de fabricación de equipos militares ruso en Arabia Saudí, un contrato para la producción de fusiles Kaláshnikov y de municiones en el país árabe y, por último, la compra del sistema de lanzamiento de misiles antiaéreos S-400.

Para nadie es un secreto que dichos acuerdos, en especial la de los S-400 es motivo de preocupación en Estados Unidos, país que en su momento también condenó la compra de dicho sistema antimisiles por parte de Turquía, tensando  las relaciones de Estados Unidos y la OTAN con el Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Retorno de las relaciones diplomáticas Siria-Arabia Saudí

Siria que pretendía ser desintegrada, logró sobrevivir a la acción directa de Estados Unidos que trabajaba de la mano con grupos terroristas para derrocar al presidente sirio, Bashar al-Asad, y su sistema de Gobierno. La resistencia de su pueblo y el apoyo de Rusia e Irán fueron determinantes para hacer retroceder los objetivos occidentales en esa nación árabe, y hoy se puede palpar la disminución de las acciones militares y de grupos armados contra la nación árabe. 

Esta realidad ha influido en el panorama diplomático en Siria, donde recientemente han retornado las embajadas de Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin y se espera, en el marco del pragmatismo que han adoptado los países del Golfo Pérsico, una normalización de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí y Siria, iniciando con la pronta reapertura de la embajada Saudí en Damasco, la capital siria.

Normalización de las relaciones entre Irán y Arabia Saudí

El reciente acuerdo entre Irán y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), de permitir vigilancia a su programa nuclear, abona al camino de la firma de un nuevo acuerdo nuclear entre Irán y Estados Unidos que retoma el acuerdo al que se llegó en el 2015 firmado por las principales potencias económicas (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania). Una vez aprobado el nuevo acuerdo se espera la eliminación de gran parte de las sanciones de Estados Unidos contra la nación persa.

Frente a este panorama Arabia Saudí, con su posición pragmática, ha retornado al camino del diálogo con la República Islámica de Irán. Ambas naciones se han reunido en dos oportunidades en Bagdad (capital iraquí) y Nueva Delhi (capital india), a fin de restaurar las relaciones congeladas desde el 2016.

Turquía se aleja de Estados Unidos

El intento de Golpe de Estado en Turquía contra Erdogan en 2016 fue determinante en el distanciamiento entre Turquía y Estados Unidos. No solo se comprobó la vinculación de la OTAN en el golpe, sino que además Rusia fue quien advirtió al presidente turco de la planificación del mismo, e interceptó comunicaciones que se hacían desde la base de la OTAN durante su planificación.

Esta realidad contribuyó en el acercamiento en las relaciones entre Turquía, Rusia e Irán, y en la descomposición de las fuerzas de ataques a Siria.  

Turquía y Egipto retomarán sus relaciones diplomáticas    

Desde 2013, El Cairo y Ankara decidieron romper relaciones diplomáticas después del golpe de Estado encabezado por el actual presidente de Egipto, Abdel Fatah al-Sisi, contra el entonces Gobierno de los Hermanos Musulmanes, por lo que desde esa fecha las relaciones fueron congeladas y recientemente ambas naciones han dado pasos importantes para normalizar las relaciones bilaterales después de ocho años de ruptura.

El Líbano y la crisis energética

El Líbano ha sido una nación azotada en los últimos tres años, donde se vive una terrible crisis económica y energética. La acción de grupos terroristas en Siria impidió mantener en funcionamiento el gasoducto que proviene desde Egipto, pasa por Jordania, luego por Siria hasta llegar a El Líbano. Ante las peticiones de Egipto y Jordania, el Gobierno de Estados Unidos hizo una excepción a las sanciones contra Siria y permitió a los gobiernos de Amán y El Cairo retomar relaciones comerciales con Damasco en este punto, por lo que el gasoducto se reactivará a finales de año y Siria a la vez obtendrá gas natural a cambio del transporte por su territorio del gas egipcio hacia El Líbano. Tanto Siria como El Líbano se beneficiarán con la reactivación del gasoducto por cuanto podrán hacer frente a la crisis de electricidad y energética existente en ambas naciones.

Igualmente, ante la coyuntura energética existente en El Líbano, la República Islámica de Irán ha enviado buques cisterna con combustible para la red eléctrica de El Líbano y gasolina para hacer frente a la crisis existente; además, han anunciado que los envíos se harán hasta que persista la crisis existente en la nación árabe. El reciente apoyo mostrado por Irán para paliar la crisis energética existente en ese país ha tenido un impacto positivo en la realidad de los libaneses.

Sin duda todas estas señales contribuyen al logro de la paz de Asia Occidental, una paz que tiene muchos desafíos por enfrentar, entre ellos la falta de unidad existente entre los países. Sin embargo, muchas naciones que forman esa región están claras que solo con el entendimiento y las relaciones de respeto se podrá avanzar en la estabilidad de Asia Occidental. 

Por: Laila Tajeldine, abogada y profesora de la Universidad Bolivariana de Venezuela