• Tramo de carretera que formaría el proyecto Transístmico, un corredor ferroviario y vial entre el golfo de México y el océano Pacífico, en la parte más estrecha del territorio mexicano, conocida como el istmo de Tehuantepec.
Publicada: martes, 14 de febrero de 2017 19:12
Actualizada: miércoles, 15 de febrero de 2017 3:45

Para sortear las amenazas del muro y aranceles de Trump, la ejecución del proyecto Transístmico podría ayudar a México en la búsqueda de nuevos mercados.

El informe publicado este martes en el portal digital del periódico ABC destaca que la llegada a la Casa Blanca del republicano Donald Trump podría dar un impulso a estas obras, pues facilitaría acceder a nuevos mercados más allá del de Estados Unidos, al que los mexicanos destinan, a día de hoy, el 80 por ciento de sus exportaciones.

El análisis del diario español intenta evitar las amenazas de Trump, como imponer aranceles a los productos mexicanos, romper el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), deportar a mexicanos y construir un muro en la frontera entre ambos países. De hecho, el lunes, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo que la incertidumbre se cierne sobre el futuro de las relaciones México-EE.UU., en particular en el aspecto comercial, por las medidas de la nueva Administración estadounidense. 

El Transístmico es un corredor ferroviario y vial entre el golfo de México y el océano Pacífico, en la parte más estrecha del territorio mexicano, conocida como el istmo de Tehuantepec. Los técnicos también lo llaman un “canal seco”, con infraestructura para la circulación de trenes de mercancías y una carretera que en algunos tramos deberá tener categoría de autopista. El trazado, sin apenas dificultades de ingeniería por ser un terreno prácticamente plano entre dos cordilleras, tendría unos 300 kilómetros, cien más de lo que mide el istmo en estricta línea recta (el canal de Panamá mide 65 kilómetros).

El Gobierno de Peña Nieto aprobó el año pasado varios planes de este megaproyecto, como la creación de tres primeras zonas económicas especiales, con miras a desarrollar el sur del país, considerada la parte más deprimida, así como zonas anexas a las instalaciones portuarias de Lázaro Cárdenas y de Puerto Chiapas, ambas en el Pacífico.

La compañía Petróleos Mexicanos (Pemex), en un comparativo entre el Transístmico y el canal de Panamá, dijo que todas las rutas que salen desde la costa este de Estados Unidos rumbo al Pacífico, muy especialmente las que parten del propio golfo de México, tardan 16 días si viajan a través del canal de Panamá frente a los 7 días que tardarían en llegar a las aguas del Pacífico mediante el Transístmico.

Sin embargo, el magro presupuesto de México pone en duda la ejecución del proyecto, cuya fase inicial requiere una inversión pública de 250 millones de dólares. Además, parece casi improbable que Peña Nieto, a dos años de terminar su mandato, se embarque en una obra de tan largo plazo.

“En virtud de la crisis que padece el país en este momento, algunos de dichos proyectos se habrán de diferir o de plano cancelar. He ahí pues nuestro escepticismo”, indicaba a finales de enero un editorial de El Imparcial, un diario de la zona del istmo mexicano.

El tránsito transoceánico está en el foco de varios países de la región. Además de la iniciativa de un canal en Nicaragua, en el que China ya está invirtiendo, figuran otras alternativas de comunicación terrestre entre los dos océanos como las promovidas por Guatemala (en proceso de adquisición de tierras) y de México.

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