• Integrantes de las fuerzas kurdo-iraquíes de los Peshmerga desplegados en el norte de Irak.
Publicada: lunes, 16 de octubre de 2017 5:53
Actualizada: lunes, 16 de octubre de 2017 10:38

Unas 3000 fuerzas kurdo-iraquíes (los Peshmerga) adicionales han sido estacionadas en la provincia de Kirkuk, donde el Ejército ha impuesto medidas de seguridad.

El canal de televisión kurdo Rudaw, citando a un comandante de los Peshmerga, informó el domingo de que el movimiento fue autorizado por el vicepresidente de la región autónoma del Kurdistán, Kosrat Rasul, quien, según el mismo medio, ya ha llegado a Kirkuk, sita en el norte del país árabe.

De acuerdo con fuentes kurdas, Rasul destacó que los Peshmerga están “decididamente dispuestos” a defenderse.

Entretanto, Hemin Hawrami, asesor del presidente kurdo, Masud Barzani, declaró que el líder kurdo ha autorizado a las milicias kurdas a responder a ataques de las Fuerzas Armadas iraquíes.

“El presidente Barzani ordenó a todas las unidades de los Peshmerga que no inicien una guerra, pero si alguna milicia empieza a disparar, tendrán derecho a utilizar cualquier medio para contrarrestarla”, aseguró Hawrami.

El presidente (Masud) Barzani ordenó a todas las unidades de los Peshmerga que no inicien una guerra, pero si alguna milicia empieza a disparar, tendrán derecho a utilizar cualquier medio para contrarrestarla”, asegura el asesor del presidente kurdo, Hemin Hawrami.

Estas declaraciones vienen poco después de que las tropas iraquíes recuperaran el control de “vastas áreas” de Kirkuk, rica en petróleo, sin confrontación alguna, con el objetivo de “proteger a los ciudadanos de todas las sectas” en esta provincia, conforme a la televisión local Al Sumaria.

El avance de las fuerzas iraquíes se produjo horas después de que Bagdad denunciara la ‘peligrosa’ presencia de los terroristas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Kirkuk, una medida que la tachó de una “declaración de guerra” en contra del Gobierno central de Bagdad.

Las tensiones entre Bagdad y Erbil (capital del Kurdistán) se han disparado por la celebración del pasado 25 de septiembre, de un referéndum separatista en Kurdistán y localidades vecinas con habitantes kurdos. La iniciativa fue calificada de “ilegal” por el Gobierno iraquí y no reconocida por la comunidad internacional.

Desde un principio, el primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, ha asegurado que Bagdad no piensa utilizar el Ejército contra los kurdos, al tiempo que ha invitado a Erbil a superar las discrepancias por vía de conversaciones.

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