Por medio de un comunicado emitido el viernes, el TSE informó haber recibido “un total de doce (12) acciones de nulidad, clasificadas en siete (7) contra el nivel electivo presidencial, una (1) contra el nivel electivo de diputados al Congreso Nacional y cuatro (4) contra el nivel electivo municipal”.
De hecho, prosiguió la nota emitida en la cuenta de Twitter del TSE, los referidos hechos no configuraban la nulidad planteada por diferentes razones y, por tanto, “se resolvió declararlas sin lugar”.
Con respecto al nivel electivo presidencial, resaltó que también se ha resuelto definitivamente y se declara también “sin lugar”: “De esta manera, en el Tribunal Supremo Electoral, queda concluida la fase relativa al contencioso electoral”, añadió al respecto.
El procedimiento de nulidad fue presentado el 26 de diciembre de 2017, cuando se cumplió un mes de los comicios, por “fraude en la suma de votos, alteración y falsificación de actas” del escrutinio.
El recurso presentado a nivel electivo presidencial también se ha resuelto definitivamente y se declara también sin lugar (...) De esta manera, en el Tribunal Supremo Electoral, queda concluida la fase relativa al contencioso electoral”, dice el comunicado del Tribunal Supremo Electoral de Honduras.
Después de conocerse esta declaración del TSE, el candidato opositor, Salvador Nasralla, lamentó que este tribunal solo demuestra que “es un organismo muy bien pagado” por el presidente Hernández, y aseguró que la oposición reaccionará de manera adecuada.
A este respecto, prometió presentar un nuevo recurso ante la Corte Suprema de Justicia para agotar todas las instancias; además de convocar a sus seguidores a participar este sábado en una marcha en la ciudad de San Pedro Sula (norte).
El 18 de diciembre, el TSE declaró ganador de los comicios presidenciales a Hernández, del derechista Partido Nacional, al obtener un 42.95 % de los sufragios frente a su rival Nasralla con un 41.42 % de los votos.
Las presidenciales de 2017 en Honduras han sido las más controvertidas de las últimas décadas del país centroamericano sumiéndose en un espiral de violencia y disturbios que también dejaron un número de muertos como consecuencia de la represión gubernamental.
El debate y las marchas comenzaron después de que el primer conteo de la noche electoral dio como ganador al candidato opositor, con cinco puntos de ventaja, pero los resultados finales no lo confirmaban.
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