El escenario económico mundial no es muy alentador para este 2023: el Banco Mundial ha bajado del 3 % al 1,7 % el pronóstico de crecimiento económico global, un hecho que podría empujar a la economía mundial a la recesión.
En este marco, en Guatemala también los precios siguen al alza; ante tal situación, para el exministro de Finanzas hay dos respuestas.
Por otro lado, los guatemaltecos tienen que pagar más en casi todos los productos respecto a sus vecinos del norte y del sur, mientras Guatemala es uno de los pocos países que no tiene una ley de competencia por lo que los monopolios y oligopolios fijan precios en detrimento de la economía de los más pobres.
Lo mismo sucede con las harinas, con la leche, los huevos, la carne y los principales productos de primera necesidad. El año 2022 se cerró con una inflación del 9 % y a como inicia el año tampoco se vislumbra una reducción en los precios. Además, debido a la monopolización del mercado, las inversiones serán escasas.
El banco central reporta que el 2022 cerró con 18 mil millones de dólares en concepto de remesas, una cifra histórica que mantiene de pie la economía del país.
El problema con las cifras macroeconómicas en Guatemala es que no reflejan la realidad de un país con la mitad de sus niños desnutridos, y seis de cada diez guatemaltecos viviendo por debajo de la línea de la pobreza.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala
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