En el Día Internacional de la Mujer, las calles francesas se han llenado de manifestantes, como en París, capital gala, para exigir el final de las discriminaciones que sufren las mujeres en este país europeo.
Pero esta jornada también ha servido para recordar las duras condiciones en las que viven otras mujeres en el mundo, como las que impone el régimen de Israel a las mujeres palestinas. Las asociaciones denuncian los asesinatos, las torturas, las encarcelaciones, las agresiones y la violencia psicológica para acabar con su resistencia.
No han faltado en estos cortejos las reivindicaciones en favor de las mujeres en Latinoamérica, que son víctimas de Gobiernos que las mantienen, a ellas y a sus familias, en la pobreza y la precariedad.
Los manifestantes saben que la lucha para acabar con las desigualdades y las discriminaciones necesita también del compromiso político de los gobernantes y por ello dicen que este día es un día de reivindicación y no de celebración.
Juan José Dorado, París.
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