• El primer ministro francés, Manuel Valls, pronuncia un discurso ante militantes del Partido Socialista, 26 de junio de 2016.
Publicada: domingo, 26 de junio de 2016 16:51
Actualizada: miércoles, 26 de abril de 2017 5:19

El primer ministro francés rechaza el TTIP entre la UE y EE.UU., y advierte de que el pacto daña los intereses del bloque, que debe mantenerse firme.

"A partir de ahora, ningún acuerdo de libre comercio debe concluirse si no respeta los intereses de la Unión. Europa tiene que mantenerse firme. Francia velará por ello. Y yo os lo digo sinceramente: no puede haber acuerdo de tratado transatlántico. Este acuerdo no va en el buen sentido", ha advertido este domingo el primer ministro galo, Manuel Valls.

El Acuerdo Transatlántico de Libre Comercio e Inversiones (TTIP, por sus ‎siglas en inglés), es un polémico tratado que EE.UU. y la Unión Europea (UE) planean firmar antes de la finalización del mandato del presidente estadounidense, Brack Obama, a finales de 2016.

A partir de ahora, ningún acuerdo de libre comercio debe concluirse si no respeta los intereses de la Unión. Europa tiene que mantenerse firme. Francia velará por ello. Y yo os lo digo sinceramente: no puede haber acuerdo de tratado transatlántico. Este acuerdo no va en el buen sentido", ha advertido el primer ministro galo, Manuel Valls.

Para Valls, de ser suscrito el TTIP perjudicaría a la economía de Francia, y podría tener consecuencias "dramáticas" sobre la industria láctea en el país galo.

El acuerdo transatlántico "impondría (...) una visión que no solo beneficiaría a los populismos sino que sería mala para nuestra economía", ha proseguido el premier.

El TTIP se centra sobre todo en los reglamentos, normas, derechos corporativos y garantías de inversión, con el objetivo, supuestamente, de facilitar la inversión directa y la eliminación de obstáculos burocráticos innecesarios para el acceso al mercado para las empresas de ambos lados del Atlántico.

Los detractores del acuerdo advierten que podría tener impactos negativos en sectores como la agricultura y el medio ambiente. También han criticado el carácter confidencial de las conversaciones mantenidas entre las autoridades europeas y estadounidenses, pidiendo más transparencia sobre las negociaciones.

El mencionado pacto, muy impopular en Francia, España y varios otros Estados europeos, ha levantado multitudinarias protestas y manifestaciones en toda la región comunitaria en los últimos años.

 

Una “iniciativa ciudadana europea” que exige el fin de las negociaciones del TTIP y de otro tratado similar con Canadá, el Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA, en sus siglas inglesas), ha reunido ya más de 2,783,557 firmas recogidas por toda Europa.

El Reino Unido, un importante defensor de la oferta, está ahora fuera de la UE después de un histórico referéndum celebrado en el país el jueves.

ftm/ktg/rba

Comentarios