La última erupción del volcán Etna, registrada en la noche del 22 al 23 de febrero, fue mucho más poderosa que las anteriores y llamó la atención de los propios vulcanólogos.
El estallido, provocó fuentes de lava que superaron los 1500 metros de altura. Fue una de las erupciones “más espectaculares de las últimas décadas”, según Boris Behncke, del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia.
A los investigadores no les preocupan estas erupciones y utilizan estos fenómenos para investigar en profundidad y tomar muestras de los materiales que expulsa el Etna.




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