Las interrupciones en el transporte por carretera causaron que el sábado por la noche miles de coches se atascaran y no pudieran moverse en la autopista interprovincial de Teherán-Karaj, en el oeste de Teherán (capital persa).
Además, este domingo, la nevada obstaculizó el tráfico en las principales autopistas interurbanas, donde miles de automovilistas quedaron atascados. Los servicios de emergencias y la Policía tuvieron que rescatarlos, mientras que los pasajeros de trenes también sufrieron retrasos.
Sin embargo, a pesar de todos los problemas que tuvieron para circularse, los iraníes han expresado su alegría por la fuerte nevada después de meses de bajas precipitaciones en el país persa.
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