• El secretario de Estado para Europa británico, Alan Duncan, y el vicecanciller ruso, Vladimir Titov.
Publicada: sábado, 16 de febrero de 2019 17:25

El Reino Unido y Rusia han retomado este sábado el diálogo después de haber interrumpido sus relaciones diplomáticas en marzo de 2018.

El secretario británico de Estado para Europa, Alan Duncan, ha mantenido conversaciones con el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Vladimir Titov. Se trata del contacto del más alto nivel entre los dos países tras el envenenamiento de un exespía ruso en la ciudad inglesa de Salisbury, según informa la oficina de Asuntos Exteriores del Reino Unido.

Durante la reunión, Duncan ha señalado que las divergencias entre los dos países siguen siendo “profundas” y ha llamado a Rusia a “elegir una vía diferente” y a actuar como “socio responsable”, afirma el Ministerio en la nota.

Asimismo, el funcionario británico ha reiterado la posición firme del Reino Unido y de sus aliados frente al uso irresponsable por Moscú de armas químicas en Salisbury, agrega la oficina en su declaración.

Las divergencias entre los dos países (Rusia y Reino Unido) siguen siendo “profundas”, según el secretario británico de Estado para Europa, Alan Duncan, por lo que llama Rusia a “elegir una vía diferente” y a actuar como “socio responsable”.

 

La oficina de Asuntos Exteriores asegura que, pese a todo, Londres seguirá “construyendo y fortaleciendo nuestros lazos culturales y los vínculos con Rusia”.

El 4 de marzo de 2018, el exespía ruso Serguéi Skripal, instalado en Salisbury, en el suroeste del Reino Unido, y su hija Yulia, fueron envenenados con Novichok, una sustancia neurotóxica creada en Rusia. El ataque llevó las relaciones entre los dos países al punto más bajo en décadas.

Londres, por ejemplo, suspendió todos los contactos bilaterales planificados de alto nivel entre los dos países y canceló la asistencia de los ministros y miembros de la familia real a la Copa Mundial del verano pasado en Rusia.

El hecho abrió una crisis diplomática profunda que provocó la expulsión recíproca de cientos de diplomáticos y la imposición de nuevos embargos occidentales a Rusia.

El Gobierno ruso rechazó todas las acusaciones y aun ahora insiste en que Londres no ha presentado hasta el momento ninguna prueba creíble de que Rusia estuviera implicada en el incidente.

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