• Vídeo: Fuerzas libanesas chocan con manifestantes en Beirut
Publicada: miércoles, 22 de marzo de 2023 16:51
Actualizada: jueves, 23 de marzo de 2023 0:33

Las fuerzas de seguridad libanesas han dispersado con gas lacrimógeno manifestaciones de cientos de las personas que protestaban contra la situación económica del país.

Los choques se han producido este miércoles en Beirut, la capital de El Líbano, en medio de la indignación generalizada por las duras condiciones económicas en el país que sufre un colapso económico iniciado a finales de 2019.

Los policías y soldados retirados, que reclamaban pensiones más altas, chocaron con soldados en activo y policías antimotines como consecuencia, varios de los manifestantes presentaron síntomas de asfixia debido al gas lacrimógeno lanzado por las fuerzas de seguridad de El Líbano.

En respuesta a las medidas represivas de la Policía, los manifestantes lanzaron piedras contra los militares que protegían la sede del gobierno y trataron repetidamente de romper la cerca.

 

El acto de protesta fue convocado por soldados retirados que han tenido acceso limitado a sus ahorros después de que los bancos locales impusieran controles de capital en medio de la crisis.

Para evitar la quiebra de los bancos, el gobierno ordenó que las personas con cuentas en dólares solo puedan retirar pequeñas sumas en libras libanesas, a un tipo de cambio muy inferior al del mercado negro.

La libra libanesa ha perdido más del 95% de su valor en los últimos tres años. El tipo de cambio oficial es de 15 000 libras por dólar.

¿Qué escapatoria tiene El Líbano?

Es obvio que la actual crisis de El Líbano no se generó a raíz de la explosión ocurrida en el puerto de Beirut (capital libanesa), ni se resolverá mediante la injerencia y promesas de los extranjeros. El Líbano vive una crisis que ha ido fraguando desde hace varias décadas y su resolución requiere una cooperación y un esfuerzo extraordinarios de todas las facciones políticas del país.

El Líbano ha sufrido mucho, incluso antes de la tragedia del puerto, a manos de la clase gobernante, incapaz de adoptar medidas para reparar una economía en ruinas y aliviar la difícil situación de una población que se hunde cada vez más en la pobreza.

Sin embargo, al mirar con detenimiento el desarrollo político de los últimos meses en El Líbano, uno puede apreciar que algunos partidos y figuras políticos no quieren que esta crisis se resuelva y, de hacerlo, que cualquier solución a la que se llegue para tal conflicto deberá satisfacer sus intereses específicos. Por lo tanto, su ambición es tan insensata y su irresponsabilidad llega a situarse en una dimensión tan cósmica, que son capaces de conducir al país al borde del abismo si no se complacen sus intereses.

mkh