China, Irán y Rusia desmienten acusaciones de Microsoft de que los piratas informáticos vinculados con estos tres países intentan espiar a personas y grupos involucrados en las próximas presidenciales del país norteamericano.
Pekín tachó las acusaciones de inventadas y dijo que Microsoft no debería inventar hechos, ni utilizar a China para crear polémicas.
Por su parte, Irán rechazó esta alegación. El portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, dijo que para Teherán no importa quien encabece la Casa Blanca, lo que importa es el compromiso de Washington en respetar los derechos, las normas y reglas internacionales y no entrometerse en los asuntos de los demás.
Rusia, a su vez, lamentó que no se trata de la primera vez que Estados Unidos hace tales alegaciones. Dejó claro que no ha interferido y no tiene la intención de interferir en los asuntos internos o en los procesos electorales de otros países.
Moscú opina que tales medidas representan un intento de Washington para desviar la atención de sus problemas internos.
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