• Escudo de la CIA en sus instalaciones en Virginia, Estados Unidos.
Publicada: sábado, 14 de septiembre de 2019 10:15

A principios de 1974, ‘Do Da’ estaba en la cima de la clase de espionaje, en el camino de convertirse en un agente de la CIA de alto vuelo.

Do Da era un cuervo negro que se manejaba mejor en condiciones difíciles, transportaba cargas más pesadas y podía esquivar a los atacantes para la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., pero desapareció en su prueba de la escuela de espionaje más difícil y fue hecha por algunos de su propia especie, según ha informado este sábado la agencia francesa de noticias AFP.

Este pájaro fue una figura central en un programa de la CIA que duró una década para entrenar animales como agentes, ayudando a Washington a luchar en la Guerra Fría contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

El jueves, la CIA publicó decenas de archivos de sus pruebas en gatos, perros, delfines y pájaros, desde palomas hasta algunos de los más inteligentes: cuervos negros y cornejas.

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Estudió a los gatos como posibles dispositivos de escucha y colocó implantes eléctricos en el cerebro de los perros para ver si podían controlarse a distancia. También se hizo un mayor esfuerzo para entrenar delfines como posibles saboteadores y ayudar a espiar el desarrollo de la flota de submarinos nucleares de la URSS, quizás el desafío más potente para el poder estadounidense a mediados de la década de 1960.

Los proyectos Oxygas y Chirilogy buscaron ver si los delfines podían ser entrenados para reemplazar a los buzos humanos y colocar explosivos en embarcaciones, colarse en puertos soviéticos y dejar en su lugar boyas acústicas y unidades de detección de cohetes, o nadar junto a submarinos para recoger sus firmas acústicas.

Esos programas también se abandonaron y se dejaron a la Marina de Estados Unidos, que hasta el día de hoy hace uso de delfines y focas.

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A principios de la década de 1970, la CIA recurrió a las aves rapaces y los cuervos negros, con la esperanza de que pudieran ser entrenados para misiones de “emplazamiento”, como dejar caer un dispositivo de escucha en el alféizar de una ventana y misiones fotográficas.

Era el candidato más prometedor para la misión de Rusia, la “estrella de este proyecto”, ha dicho un científico. Pero en una misión de entrenamiento fue atacado por “la pareja habitual” de cuervos negros, y no lo volvieron a ver.

Los científicos estaban profundamente consternados. “Tenía una gran bolsa de trucos y todos lo amaban”, escribió uno.

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