Los investigadores del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) de EE.UU. detuvieron a Concepción Malinek, una residente de la localidad de Cicero, en el estado de Illinois (noreste), después de haber encontrado a 33 migrantes, entre ellos 14 menores, en un allanamiento, informaron el viernes los medios locales.
La acusada, que podría enfrentar 40 años de prisión, amenazaba a los migrantes, todos ellos de procedencia guatemalteca, con “consecuencias”, si divulgaban el trato que recibían en su domicilio.
En su defensa, Malinek, que posee las nacionalidades estadounidense y guatemalteca, ha alegado que los migrantes le deben miles de dólares por la ayuda que les dio para ingresar en EE.UU.
Una de las víctimas, quien conoció a Malinek cuando trabajaba en un hotel en Guatemala que era propiedad de la acusada, testificó que la había presentado como su inquilina a los agentes de migración estadounidenses, pero que al llegar a la residencia fue obligada a trabajar para pagar su “deuda” de 18 000 dólares por haber usado el nombre y la dirección de Malinek en los papeles de migración.
EE.UU. es el destino de millones de migrantes indocumentados centroamericanos que ingresan a ese país tras una intensa travesía por Guatemala, Honduras y México y después de sobrevivir los tratos inhumanos de los agentes de migración, incluyendo torturas y abusos sexuales.
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