La Policía estadounidense ha intentado este sábado mantener los dos lados separados mientras los manifestantes coreaban insultos que se lanzaban entre ellos.
Las autoridades policiales han establecido un perímetro de seguridad alrededor de un parque costero y los oficiales han cacheado a los asistentes y confiscado postes de banderas y otras “armas potenciales”.
Entre los manifestantes de derecha, algunos de los cuales llevaban armadura y escudos, se encontraban miembros del grupo Patriot Prayer, fundado por Joey Gibson, un republicano que se postulará para el Senado en las elecciones de mitad de mandato.
Por otra parte, entre los contramanifestantes, algunos iban vestidos de negro y con máscaras. Los antifascistas gritaban consignas antinazis.
La Policía estadounidense ha advertido a todos los participantes de que no se permitía armas de fuego y que usarían la “fuerza razonable” para restringir cualquier “comportamiento agresivo”.
Por lo menos, en una intersección, los manifestantes han sido vistos lanzando proyectiles, rocas y botellas, por lo que los agentes han pedido su dispersión y amenazado con arresto y el “uso de agentes de control de disturbios o armas de impacto”.
Patriot Prayer ha convocado a sus miembros a esta “marcha de la libertad” en Portland, un mes después de que una manifestación en esa ciudad se saliera de control por violentos choques con antifascistas.
Los temores de que se repitan los disturbios del pasado 30 de junio o un escenario como el de Charlottesville un año atrás se han incrementado luego de que Gibson afirmara que “no hay nada extraño” en llevar armas ocultas a las protestas.
Según un reciente estudio realizado por Southern Poverty Law Center, el número de grupos de odio ha aumentado a 954, desde que Donald Trump asumió la Presidente de Estados Unidos, en enero de 2017, con medidas antinmigración y a favor de la supremacía blanca.
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