“El discurso sobre Irán fue una de las peores decisiones de Trump: incita a los iraníes de línea dura, divide a nuestros aliados, destruye la credibilidad de EE.UU., agita al Congreso, un regalo a Rusia”, escribió el viernes el exjefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) John McLaughlin en su cuenta en Twitter.
En otro tuit, también rechazó la decisión de Trump de no volver a certificar el pacto nuclear entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Es esta línea, afirmó que el inquilino de la Casa Blanca, “podría haber combatido las pruebas de misiles de Irán, entre otros, sin tocar el acuerdo nuclear”.
En el discurso pronunciado el viernes sobre la nueva estrategia de Washington hacia Irán, el presidente estadounidense rehusó certificar el acatamiento de Irán al acuerdo nuclear, conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), mientras que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha confirmado en ocho ocasiones distintas el cumplimiento del país persa con el referido pacto.
El discurso sobre Irán fue una de las peores decisiones de Trump: incita a los iraníes de línea dura, divide a nuestros aliados, destruye la credibilidad de EE. UU., agita al Congreso, un regalo a Rusia”, afirmó John McLaughlin, exjefe de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.
Igualmente, el presidente de EE.UU. amenazó con hacer frente al “programa de misiles balísticos” de Irán y sancionar todavía más al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI).
En respuesta, el presidente iraní, Hasan Rohani, desafió la nueva retórica de Trump y aseguró que el CGRI jamás dejará la lucha contra terrorismo, muy al contrario, Irán aumentará sus esfuerzos para adquirir armas convencionales de defensa.
El Gobierno de Irán y los mandatarios del resto de países firmantes, como Francia, el Reino Unido, Alemania y Rusia, condenaron las recientes posturas antiiraníes del magnate republicano. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE) se expresaron a favor del acuerdo y manifestaron su preocupación por las consecuencias de las decisiones de Washington.
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