"Actué conforme a los intereses vitales de EE.UU. en materia de seguridad nacional y de la política exterior, de acuerdo con mi autoridad constitucional de dirigir las relaciones exteriores", ha explicado el presidente de EE.UU., Donald Trump, en su carta enviada este sábado a los jefes de la Cámara de Representantes y del Senado.
Trump, a quien varios senadores estadounidenses reprocharon su ‘violación’ de la Constitución a no haber informado al Congreso antes de lanzar ataques en Siria, ha advertido sobre la posibilidad de nuevos ataques contra las posiciones del Ejército sirio.
Actué conforme a los intereses vitales de EE.UU. en materia de seguridad nacional y de la política exterior, de acuerdo con mi autoridad constitucional de dirigir las relaciones exteriores", ha explicado el presidente de EE.UU., Donald Trump.
"EE.UU. llevará a cabo acciones suplementarias si es necesario y de manera apropiada, para seguir defendiendo sus importantes intereses nacionales", ha señalado.
En la nota, el mandatario norteamericano también ha vuelto a justificar su agresión misilística contra la base militar de Al-Shairat del Ejército de Siria en la provincia central de Homs, acusando otra vez al Gobierno de Damasco de estar detrás de un supuesto ataque químico registrado el martes en la urbe siria de Jan Sheijun, en la provincia noroccidental de Idlib, que dejó decenas de muertos.
"La inteligencia estadounidense indicó que las fuerzas militares sirias que operan en esta base eran responsables del ataque químico contra civiles sirios en la provincia de Idlib el 4 de abril (…) Ordené esta acción para degradar las capacidades del Ejército sirio de llevar a cabo otros ataques con armas químicas y disuadir al régimen sirio de utilizar o desarrollar armas químicas", ha agregado.
Las acusaciones de EE.UU. y de algunos organismos occidentales contra el Ejército sirio sobre el posible uso de armas químicas en los ataques contra los terroristas tienen lugar mientras el Gobierno de Damasco sacó del país todas sus armas químicas en 2014, una medida confirmada por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
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