Según publicó el sábado la agencia rusa de noticias RT, las matrículas corporativas en Delaware demuestran que Donald Trump cerró algunas de sus compañías en los días posteriores a las elecciones, incluyendo cuatro que parecían conectadas a una posible empresa comercial de Arabia Saudí.
La noticia se dio días antes de que Trump describa los cambios que está haciendo a sus negocios para evitar posibles conflictos de intereses tras tomar posesión como jefe de Estado, así declaró el consejero general de la organización Trump, Alan Garten.
Garten catalogó el cierre de las cuatro compañías como una “limpieza de la casa” rutinaria y destacó que en la actualidad las empresas propiedad del nuevo presidente estadounidense no tienen ningún acuerdo comercial con el país árabe.
Así mismo, dijo que no sabía la razón por la que esas compañías fueron creadas o si estaban involucradas en una empresa previamente planeada.
Está previsto que el próximo 15 de diciembre, el mandatario electo norteamericano anuncie que abandonará "completamente" la gestión de su imperio empresarial para centrarse "totalmente en dirigir el país".
Los negocios en un país como Arabia Saudí, un aliado estratégico de Washington en Oriente Medio, plantean potenciales conflictos de intereses debido a que prácticamente no existe distinción entre la familia real y las principales compañías saudíes.
La Administración de Barack Obama se ha llevado constantes desilusiones por el papel de Riad en la financiación de grupos terroristas y la exportación del wahabismo, indicó la fuente.
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