La economía del Reino Unido va camino de contraerse un 0,4 % el próximo año, mientras la inflación se mantendrá por encima del objetivo del Banco de Inglaterra, ha pronosticado este lunes la CBI.
“Esperamos que la recesión dure hasta finales de 2023; como resultado, hemos rebajado significativamente nuestras perspectivas de crecimiento del PIB, al -0,4%, en 2023 (desde el 1,0% de nuestro último pronóstico)”, ha escrito la CBI en un comunicado.
Además, el organismo vaticina que la tasa de desempleo aumentará el próximo año al 5 % (desde un nivel actual del 3,6 %).
Mientras tanto, los hogares seguirán enfrentando recortes de ingresos en 2023, la productividad seguirá siendo débil a fines de 2024, un 2 % por debajo de la tendencia previa a la COVID-19, y la inversión empresarial se mantendrá un 9 % por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Al mismo tiempo, el informe apunta que la inflación se mantendrá significativamente por encima del objetivo del 2 % fijado por el Banco de Inglaterra para 2023, terminando el año en un 3,9 %.
Una década perdida de crecimiento
“El Reino Unido está en estanflación, con una inflación vertiginosa, un crecimiento negativo, una caída de la productividad y la inversión empresarial [...] El Gobierno puede cambiar esto. Su acción o inacción para apoyar el crecimiento y la inversión será un determinante clave para que la recesión sea superficial o profunda”, ha declarado Tony Danker, director general de la CBI.
“Veremos una década perdida de crecimiento si no se toman medidas. El PIB es un simple multiplicador de dos factores: las personas y su productividad. Pero no tenemos la gente que necesitamos ni la productividad”, sostiene Danker.
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