Alaeddin Boruyerdi, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), precisa que Teherán no está de acuerdo con desarrollar armas biológicas, químicas o nucleares —aun cuando Estados Unidos y muchos países de la región las poseen—, por tanto la única vía para defender el país es incrementar su programa de misiles.
En declaraciones pronunciadas este sábado en una rueda de prensa en la ciudad de Neishabur (noreste de Irán), el político persa ha recordado que el régimen de Israel, por sí solo, posee 200 cabezas nucleares.
Boruyerdi añade: “aumentaremos sin límites nuestro poder misilístico, porque se trata de una política estratégica del sistema y no aceptaremos ninguna presión (para frenar este programa)”.
(...) aumentaremos sin límites nuestro poder misilístico, porque se trata de una política estratégica del sistema y no aceptaremos ninguna presión (para frenar este programa)”, ha señalado Alaeddin Boruyerdi, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles).
No obstante asegura que las pruebas de misiles y la modernización del programa misilístico de Irán no son una amenaza para los otros países del mundo, porque “no buscamos iniciar la guerra con nadie”.
Boruyerdi, asimismo, ha subrayado que dichas pruebas no violan la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Esta resolución aprobada en 2015 pide a Irán que no lleve a cabo actividades relacionadas con misiles “diseñados para transportar armas nucleares”. Las autoridades iraníes aseguran que el diseño de sus misiles no contempla portar cabezas nucleares.
A pesar de la malintencionada retórica occidental y regional contra la capacidad militar iraní y sus ejercicios, Irán insiste en que tienen como objetivo su defensa nacional y no suponen amenaza alguna para otros países.
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