En una de estas ceremonias, ponen a los bebés en una tela blanca y los enrollan en pétalos de flores, rosas principalmente. La forma de realizar esta costumbre, que se desarrolla en muchas ciudades persas, principalmente en Kashan (centro) es similar al bautismo en otras religiones.
Esta costumbre se remonta a una antigua leyenda iraní llamada flor sonriente, en la que personas puras y santas prometían el nacimiento de un bebé.
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