Los arqueólogos del Museo Lolland-Falster encontraron en el sitio Syltholm en Lolland —la cuarta isla más grande de Dinamarca— un trozo de resina de abedul negro parduzco, una especie de chicle milenario con marcas de dientes y lleno de ADN.
Luego, los científicos de la Universidad de Copenhague realizaron un estudio —publicado esta semana por la revista Nature Communications— sobre la “goma de mascar”, lo que les permitió descubrir todo el genoma y el microbioma oral de una joven que vivió en Dinamarca hace 5700 años.
“Recuperamos ADN de microbios orales y varios patógenos humanos importantes, lo que lo convierte en una fuente muy valiosa de ADN antiguo, especialmente para los períodos de tiempo en los que no tenemos restos humanos”, dijo Hannes Schroeder, autor del estudio y profesor asociado del Globe Institute de la Universidad de Copenhague.
It is believed ‘Lola’ had a diet of duck and hazelnuts https://t.co/eAWOOsc5Re
— TAXI (@designtaxi) December 22, 2019
De acuerdo con el análisis, Lola, como llamaron los científicos a la mujer, era una joven que vivió en Dinamarca, tenía ojos azules y piel y cabello oscuros. Su última comida incluyó avellanas y pato, pero no leche, no soportaba los lácteos. Esto se llegó a saber porque ella masticaba resina de abedul.
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