• Obreros indios del estado Bihar se reúnen en un hotel en Nueva Delhi, capital de La India, después de que fueron expulsados de Arabia Saudí, 29 de septiembre de 2016.
Publicada: lunes, 13 de marzo de 2017 1:20
Actualizada: lunes, 13 de marzo de 2017 13:03

Arabia Saudí pretende crear una comisión en el Ministerio del Interior para expulsar del país a cinco millones de migrantes indocumentados.

El diputado Sadq Fadel, informó de que un gran número de personas procedentes de Asia y África ingresa al reino árabe a través de diferentes rutas con el objetivo de quedarse de forma permanente en el reino árabe. Añadió que esta actividad es ilegal, informaron el sábado medios locales.

De hecho, pidió la deportación de estos inmigrantes, alegando que estas personas plantean futuras amenazas políticas, ya que pueden cometer crímenes en el reino saudí.

En este contexto, el portal ruso de noticias Gazeta.ru, ha informado este domingo de que la deportación de 5 millones de extranjeros ―lo que constituye casi un 20 % de la población de Arabia Saudí― sería la mayor en la historia moderna.

La presencia de obreros extranjeros en Arabia Saudí es un gran peso para el presupuesto nacional, y causa que el país exporte una gran cantidad de recursos financieros. Además, un gran número de migrantes en el país contribuye al aumento de la delincuencia, incluso por razones religiosas, señala el portal.

 

El experto ruso Alexánder Filónik, citado por el medio, atribuye ese planteamiento de las autoridades saudíes a "razones económicas y políticas". Según el especialista, con tal decisión, las autoridades saudíes tienen la intención de calmar de alguna manera la situación. Sin embargo, la decisión de deportar a 5 millones de personas plantea preguntas sobre "cómo van a organizarlo, qué métodos van a utilizar".

Cabe señalar que los bajos precios del crudo han obligado al Gobierno saudí a reducir el gasto público desde 2015, ejerciendo presión sobre las empresas de construcción locales, que dependen de contratos estatales.

Como resultado, algunas empresas han sido incapaces de pagar a los trabajadores extranjeros y han despedido a decenas de miles de personas.

Los indios y filipinos se encuentran entre los millones de asiáticos pobres que trabajan en los Estados del Golfo Pérsico, donde los grupos de derechos humanos dicen que sufren explotación laboral y abusos, como la falta de pago de salarios.

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