“La explosión tuvo lugar alrededor de las 12:45 por la tarde, dentro de Jahad Madrasa en el centro de la ciudad. Muchos niños están estudiando en esta madrasa [escuela religiosa]”, ha informado el portavoz provincial, Emdadulá Muhayer, sin proporcionar cifras de víctimas ni información sobre las circunstancias.
Mientras tanto, un médico del hospital de la ciudad de Aybak, capital de la provincia de Samangan, ha informado, bajo anonimato, a la agencia francesa de noticias AFP que todas las víctimas “son niños y gente corriente”.
Según el médico consultado por AFP, las víctimas presentaban heridas en el cuerpo y el rostro y fracturas en manos y piernas. Los heridos más graves fueron transferidos a los hospitales mejor equipados de la ciudad de Mazar Sharif, a unos 100 km.
Los talibanes dicen que 10 estudiantes han perdido la vida y “muchos otros” resultaron heridos. Pero, los medios confirman al menos 19 muertos y 20 heridos.
Footage : At least 23 people have been killed and more than 30 others injured after an explosion inside the #Madrassa in Aybak city of Samangan Province #Afghanistan . Local sources pic.twitter.com/QGwfjeiYnS
— Abdulhaq Omeri (@AbdulhaqOmeri) November 30, 2022
Hasta ahora nadie se ha atribuido la responsabilidad del atentado. “Nuestros investigadores y fuerzas de seguridad están trabajando rápidamente para identificar a los autores de este crimen imperdonable y castigarlos por sus acciones”, ha escrito el portavoz del ministerio del Interior, Abdul Nafay Takor, en su cuenta de Twitter.
Desde que los talibanes regresaron al poder en agosto de 2021, han sido numerosas las explosiones mortales contra civiles afganos. La rama afgana del grupo terrorista Daesh se ha adjudicado la responsabilidad de la mayoría de los actos terroristas.
El ataque más reciente tuvo lugar el 5 de octubre en Kabul (capital afgana). Al menos cuatro personas murieron en una explosión en una mezquita del Ministerio del Interior de Afganistán.
Además, el 30 de septiembre, un atentado suicida en un centro de formación de Kabul dejó 54 muertos, entre ellos al menos 51 jóvenes. Ningún grupo reivindicó el atentado, pero los talibanes culparon a Daesh y dijeron que había matado a varias figuras clave vinculadas a la explosión.
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