• Detrás de la Razón - ¿Quién ganará? Barcelona contra Madrid en la guerra de independencia
lunes, 9 de octubre de 2017 21:40

La tristeza por ver una unidad rota, separada del sueño que algún día fue, la tristeza de saber que uno no es independiente.

Puede ser la tristeza de saber que la unidad no existirá jamás como lo quiso el pasado son las dos tristezas que se unen hoy en Cataluña: entre los que se quieren ir y los que no la quieren dejar que se vaya.

Es la historia del ser humano: divorcios, infidelidades, razones encontradas entre los que dicen tener la verdad, y los que dicen tener el derecho. Conflicto que no exhibe más que una cosa característica del animal más depredador: ambos bandos siempre quieren el poder, el dominio.

Hoy se declararía la independencia. Madrid no los dejó, mañana, entonces será, dicen los independentistas. Las cosas se están poniendo demasiado feas, demasiado complicadas, complejas. No será más que el diálogo el que evite cosas que nadie querrá ver.

Mientras son peras o manzanas, ya hay una lista enorme de empresas que quieren mover sus capitales, sus cuarteles generales o ambos, de Cataluña hacia otra parte de España. Sacarlos del mundo catalán creen que es lo mejor porque el caos podría venir, lo que complicaría la economía de los catalanes, para empezar.

CaixaBank, Banco Sabadell, Gas Natural Fenosa, Abertis, Colonial y Cellnex están entre preparar las maletas o al filo del asiento, incluida la gigante Grifols (facturó 2200 millones de euros en tan solo los primeros 6 meses de este año), expectantes a ver que dice el presidente Carles Puigdemont, que tenía preparado para este lunes un festejo de la independencia pero que el Tribunal Constitucional (TC) canceló la sesión del Parlamento catalán para evitar el divorcio de España, y que ahora se cree podría ser este martes, 10 de octubre.

En esta actitud de independencia hay muchas cosas en juego. La incertidumbre económica, el caos político, el jaque a la pluriculturalidad española, el remezón social, factores que podrían dar origen a una nueva realidad ibérica. ¿Pero es realmente el ser idealista y soñador, de ambicionar el respeto al derecho, a la identidad propia la que está detrás de todo este fervor por la independencia de Cataluña?

¿O como nos ha enseñado la historia hay intereses de los poderosos que más que el idealismo les importa proteger el negocio? Diferentes medios han reportado que detrás de este ímpetu independentista está el sionismo, Israel, y hasta el controvertido magnate George Soros.

Desde hace varios años se ha indicado que el Gobierno catalán ha hecho contacto incluso con el Mosad (el servicio de inteligencia Israelí). Inclusive, uno de los íconos de la independencia, Artur Mas, expresidente catalán, levantó revuelo al aparecer en una foto con el atuendo judío orando como el judaísmo dice en el Muro de los Lamentos.

También se señala al magnate controvertido George Soros como promotor de la fragmentación de España, al apoyar a la comunidad separatista. ¿En este mundo multipolar, globalizante, caótico, que tan inconveniente o conveniente es la independencia? ¿Para quién es un jugoso regalo? Datos: según el diario El Mundo, la relación comercial entre España e Israel es de 2500 millones de euros.

Según el periódico La Vanguardia 32 % de las exportaciones de España a Israel, parten de Cataluña, 80 % de la inversión de Israel en España, está en Cataluña. Preguntemos. En Detrás de la Razón: los analistas contestan y usted en su casa concluye.

Si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los Gobiernos ni los medios de comunicación. El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México y Colombia, una de la tarde.

Por Roberto de la Madrid

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