• Detrás de la Razón - La Hambruna: arma de guerra saudí contra Yemen
domingo, 24 de diciembre de 2017 22:43

1000 días se dicen muy rápido, pero en realidad para cualquier pueblo que haya tenido que afrontar una brutal agresión en ese lapso de tiempo se convierte en una eternidad.

Ese pueblo tiene nombre, Yemen. El país más empobrecido de Oriente Medio, con alrededor de 27 millones de habitantes, tiene a unos 18 millones necesitando asistencia humanitaria. De su realidad poco se habla en los medios de comunicación y en el mundo entero.

Un país que en 2014 empezó a sufrir con un conflicto interno, iniciado tras un golpe de Estado en 2014, y que 3 años más tarde ha evolucionado en una guerra, en la que el principal atacante es una coalición liderada por Arabia Saudí y respaldada por Estados Unidos.

En este caso los más afectados del bombardeo constante han sido la población civil y gran parte de las infraestructuras, como hospitales, escuelas y fábricas. Al menos 13.600 civiles han perdido la vida, de ellos, casi 3000 son niños, según datos de “Legal Center for Rights and Development”.

Pero adicional al bombardeo saudí contra un país que no tiene el mismo nivel de Fuerzas Armadas para su defensa, se suma el bloqueo que la monarquía ha impuesto a Yemen desde hace dos años y medio, el cual impide las importaciones comerciales de alimentos y combustible. En un país donde el 90 % de los alimentos son importados, este tipo de agresión termina siendo una táctica letal.

Desde hace un buen tiempo la crisis humanitaria en esta nación, se ha hecho más que evidente, y ha sido confirmada por entes como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), Human Rights Watch (HRW), entre otras organizaciones.

La magnitud ha sido tal, que el responsable de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Mark Lowcock, asegura que la población yemení se han enfrentado a “la mayor hambruna que ha visto el mundo en muchas décadas, con millones de víctimas”.

Las cifras no son nada alentadoras. Unos dos millones de niños están en situación de desnutrición, entre ellos 385.000 infantes tienen malnutrición aguda severa y están a un paso de la muerte. El cólera ha provocado estragos también entre las comunidades. El CICR recién acaba de anunciar que los casos llegaron a un millón y más de 2000 muertes a consecuencia de este mal, han ocurrido. Mientras que Médicos sin Fronteras (MSF) alertó que ahora llegó una epidemia de difteria.

A la luz de los hechos caben las interrogantes: ¿No son éstas cifras de víctimas lo suficiente como para acabar con la guerra? ¿Hasta qué punto debe llegar la indolencia?

A la fecha, casi tres millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares como consecuencia de los bombardeos y los combates. Aunque diversas organizaciones humanitarias y desde el seno de la ONU se ha abocado a paliar la crisis humanitaria sin precedentes, lo que poco se ha logrado es la presión sobre Arabia Saudí para poner fin a su agresión.

Incluso, HRW pidió a la ONU sancionar al príncipe heredero saudí, Mohamad Bin Salman, por crímenes de guerra contra los yemeníes y las vulneraciones de los derechos humanos en el propio reino árabe. Una petición que quizás esté muy lejos de cumplirse.

Para muchos expertos se está utilizando el hambre como arma de guerra en este país. Oxfam Intermón llegó a expresar que “estamos siendo testigos de un asedio medieval a Yemen”, resaltando que privar a la población de alimentos, combustible y medicinas es un método que carece de moralidad, humanidad o decencia.

Por lo pronto, la agresión continúa y las probabilidades de que se detenga son escasas. Mientras millones de mujeres, niños y hombres inocentes sigue pagando el cruel precio de la guerra con sus vidas.

En Detrás de la Razón los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los Gobiernos ni los medios de comunicación.

El análisis, las preguntas y respuestas a las nueve treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México y Colombia, una de la tarde.

Por Danny Pérez Díaz

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