• Detrás de la Razón - Ciberataque mundial y el poder de Estados Unidos, Rusia y China
martes, 30 de mayo de 2017 22:05

En la Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética, las únicas dos mega potencias, se amenazaban mutuamente mostrando músculo militar y nuclear.

Uno inventaba una bomba, el otro conseguía otra más potente, uno tenía un misil, el otro tenía dos y así, hasta asegurarse la destrucción mutua, es decir que la muestra de poderío de cada quien, garantizaba que no había ganador, sino que los dos perdían, incluida la humanidad entera: se acabaría la vida por lo menos por radiación.

Pero pasada la Guerra Fría, ¿cómo en la actualidad las súper potencias se muestran músculo de poder, condición humana a la que nadie escapa, cuando los avatares nucleares han sido sobrepasados -como muestra de poder, por la capacidad de modificar las tendencias (tal como publica Paul Laudicina en Forbes), arrastrar corrientes de masas, mover conocimiento, promover ideas y consumo, a través del entretenimiento, los deportes, los blogs, la búsqueda de conocimiento, es decir el ciberespacio o Internet?

La estructura de la Guerra Fría, entonces será igual, o mucho peor, porque posiblemente ya no haya el balance bélico entre la extinta Unión Soviética. Para contestar la pregunta tenemos que contemplar que el ser humano tiende indudablemente al control y a la búsqueda de poder -basta ver la historia universal-, pero más que eso, están apareciendo una cantidad de actores no previstos e incontrolables: los hackers.

¿Estamos en una nueva Guerra Fría, donde la amenaza no son misiles sino la constante finta o amague de muestras de poder? Porque tirar una red del ciberespacio puede no solo costar miles de millones de dólares o cancelar los vuelos de una aerolínea, sino incluso con un ciberataque desactivar los satélites militares estadounidenses que son el eje central de operación de todo, de los buques de guerra, aviones de guerra, misiles, es decir del Ejército de Estados Unidos, que hoy está en riesgo, revela un estudio del pentágono publicado en el Washington Times.

¿Estamos en una nueva Guerra Fría? O más caliente, o quizá con otro nombre, pero lo más seguro es que estemos en los inicios de una nueva era de esta nueva guerra, la del ciberespacio: 12 de mayo, el mundo experimentó el peor ataque ciberespacial en la historia. 150 países, 200 000 afectados. En el Reino Unido algunos hospitales tuvieron que rechazar a los pacientes y retrasar las cirugías, era un caos, publica la BBC.

Así, el gusano ciberespacial pasó por usuarios de Estados Unidos, el Ministerio del Interior de Rusia, la Renault de Francia, Telefónica de España, Instituto de Salud de Colombia, Aerolíneas LATAM. ¿Qué pasó? Pues que "quieres llorar", en inglés "wannacry" se apoderó de los ordenadores, en un recoveco vulnerable del programa Windows, con lo que secuestraba tu información y luego pedía rescate de 300 dólares en la famosa moneda virtual bitcoins.

La información indigna porque según el presidente de Microsoft, Brad Smith, la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) tuvo la culpa, porque la CIA sabía de ese recoveco, para lo cual diseñó un arma para atacar computadoras, que luego dejó se la robaran. ¿Es ataque de falsa bandera? en cualquiera de las dos opciones de respuesta, es alarmante.

Si sí, ya lo sabíamos, si no, el control ciberespacial está desbordado, por culpa de los sistemas de inteligencia del mundo que ya se les salió de las manos el pueblo mundial que también piensa. A esto hay que agregar, como peligro para Estados Unidos y Rusia incluso, el anuncio del presidente chino, Xi Jinping, de remodernizar su Ejército sobre todo en la guerra electrónica, prometiendo que para el próximo 2020, el Ejército Popular de Liberación, el chino, será invencible.

En Detrás de la Razón, preguntamos. Apoyamos la idea de justicia en cada quién y cuestionamos todo. Los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los gobiernos ni los medios de comunicación. El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México y Colombia, una de la tarde.

Por Roberto de la Madrid

smd/hnb

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