• Cámara al Hombro: Embarazos en menores de edad en Guatemala
sábado, 11 de agosto de 2018 21:02

Según datos del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala, más de 90 mil menores entre 10 y 19 años quedaron embarazadas durante el 2017.

En Guatemala, la situación de miles de niñas y adolescentes es preocupante. Hablamos de los embarazos juveniles. La voz de alerta viene desde el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que señala que miles de casos son a consecuencia de violación a niñas menores de 14 años.

Los registros del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mispas) de Guatemala revelan que 90 899 niñas y adolescentes entre los 10 y los 19 años se encontraban en estado de gestación a finales de 2017.

Datos de Unicef dan cuenta que miles de estos embarazos fueron consecuencia de una violación debido a que se produjeron en menores de 14 años, lo que de acuerdo al Código Penal es un delito grave con o sin consentimiento de las menores.

La serie de problemas que conlleva el embarazo en una menor tiene su origen en diferentes circunstancias, una de ella es cultural, prácticas que se han realizado durante décadas y que se ven como normales.

El Ministerio Público tiene presencia en los centros asistenciales públicos más importantes, allí es donde los médicos o ginecólogos que atienden casos de menores embarazadas deben denunciar ante el ente investigador para que se tomen las medidas necesarias para conducir al responsable en el caso de que la niña sea menor de 14 años, el problema se complica cuando la familia quiere ocultar al agresor.

Y de acuerdo a las estadísticas oficiales más del 80 % de las violaciones o agresiones sexuales en contra de menores son perpetradas por algún familiar o amigo cercano a la familia.

Los orígenes de prácticas tan aberrantes pueden tener una conexión con la explotación laboral, la explotación económica y las prácticas religiosas con intereses económicos, explica Mauricio Chaulón, un experto en historia y antropología.

Las consecuencias de procrear cuando no se tienen las capacidades mentales y físicas son serias y no solo arrastra a la joven madre sino al pequeño bebé, en muchos casos lo único que le hereda una joven sin recursos ni educación a su hijo es precisamente desnutrición.

Dentro de esta tragedia humana un problema lleva a otro, en Guatemala no van a la escuela aproximadamente 3 millones de niños en edad escolar, la pobreza se incrementó en un 10 % en los últimos 8 años y los niveles de desnutrición crónica rondan el 50 %.

El Gobierno de Guatemala ha reprobado en repetidas oportunidades la asignatura de protección a la niñez y adolescencia, prueba de ello fue la noticia que le dio la vuelta al mundo en marzo de 2017, cuando 41 niñas perdieron la vida calcinadas en un incendio en un hogar para menores a cargo del Estado y del que no se han obtenido sentencias.

De acuerdo a las denuncias presentadas ante el Ministerio Público entre los adultos involucrados en violaciones a menores se encuentran curas, pastores evangélicos, maestros, policías, militares y en sí todos los grupos que componen una sociedad se han visto involucrados en esta abominable práctica, advierte el fiscal de la niñez y adolescencia.

Solo en el área metropolitana entran aproximadamente 5 denuncias diarias de abusos contra menores, mientras el Gobierno central no ha sido capaz de ejecutar planes y programas que ayuden a frenar uno de los mayores lastres de la sociedad que es el maltrato al presente y futuro del país.

Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.

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