La rama libia de Daesh ha comenzado a recuperar posiciones en el centro-norte de Libia, apenas nueve meses después de que fuera expulsada de la ciudad de Sirte, su bastión más occidental.
El domingo, la agencia Amaq, órgano de propaganda del grupo takfirí, difundió un nuevo vídeo en el que se ve que los terroristas han levantado un puesto de control en la carretera que une el oasis de Al-Jufra y la ciudad costera de Abu Grein (oeste de Sirte).
En las imágenes se observa cómo los terroristas, con banderas de Daesh y fusiles de asalto, detienen y revisan los camiones y automóviles que transitan por esta vía.
Daesh también muestra en el vídeo dos de sus cautivos. Uno es miembro de la Asamblea Constituyente de Libia, Sagayar Majri, y el otro es Mohamad Abu Bakr, miembro de la Guardia de Instalaciones Petroleras (PFG, por sus siglas en inglés). Sagayar Majri fue secuestrado en mayo de 2017.
“Pese al gran golpe que sufrió el pasado diciembre en el norte de África con la pérdida de Sirte”, los terroristas “ahora tratan de reagruparse desde las posiciones y cuevas del desierto en las que se refugiaron”, afirma el analista libio Abdelkader al-Asad.
Pese al gran golpe que sufrió el pasado diciembre en el norte de África con la pérdida de Sirte”, los terroristas “ahora tratan de reagruparse desde las posiciones y cuevas del desierto en las que se refugiaron”, afirma el analista libio Abdelkader al-Asad.
La semana pasada, los terroristas atacaron un puesto de control en Al-Jufra, matando a 14 personas, 12 de ellas las fuerzas leales al general Jalifa Haftar, que dirige la parte oriental de Libia, tratando de crear un Estado. Hafter anunció a principios de julio la liberación de Bengasi, la segunda ciudad más grande de Libia, de los terroristas luego de tres años de combates.
Después de la intervención occidental en Libia en 2011 y del subsiguiente vacío de poder creado con la caída del entonces dictador libio Muamar Gadafi, esta nación árabe se ha visto inmersa en el caos.
Daesh aprovechó el caos que reinaba en el territorio libio y empezó a infiltrarse en el país hasta arrebatar el control de la ciudad libia Sirte en 2015. No obstante, se ha enfrentado con el contraataque de las fuerzas libias que recuperaron en diciembre de 2016 dicha ciudad y siguen sus combates.
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