“Ojalá que, si tuvo el coronavirus, salga de esa enfermedad siendo un mejor ser humano, pensando en la igualdad, superando el supremacismo y toda la maldad que lo movió; y que, en algún lugar de su corazón, piense en las criminales acciones que tanto daño han hecho a Venezuela”, dijo Maduro el viernes en el acto en el que recibía la Ley Antibloqueo en el palacio de Miraflores.
Maduro puso en duda, además, que Trump hubiera superado la COVID-19 solo en tres días: “¿Increíble, no?”, puntualizó, haciendo referencia a las encuestas que reflejan que el 30 % de los estadounidenses creen que Trump nunca tuvo el coronavirus.
Tras denunciar las sanciones del Gobierno de Estados Unidos a Venezuela, el jefe de Estado bolivariano aseguró que su Gobierno logrará amortiguar el impacto del bloqueo y recuperar los daños causados.
“Más allá de lo que piense Trump o [su rival demócrata] Joe Biden, Venezuela está de pie y sigue adelante”, dejó claro Maduro.
El mandatario recibió la Ley Antibloqueo, aprobada el jueves por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para permitir a Maduro tomar decisiones y defender al pueblo ante los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.
Washington aplica una política de presiones diplomáticas y de sanciones económicas al Gobierno y a la nación del país suramericano con el objetivo de sacar del poder a Maduro, que representa un obstáculo en sus planes injerencistas en el país bolivariano.
EE.UU. ha adoptado distintas medidas con dicho fin, como la restricción de los visados a funcionarios venezolanos, la imposición de sanciones a las empresas petroleras, el secuestro de más de 30 000 millones de dólares de su pueblo, privándolo así del acceso a medicamentos en medio de la pandemia del coronavirus —causante de la COVID-19—, y también conatos de “asesinato” y de secuestro del presidente chavista. Ha llegado incluso a amenazar con usar la fuerza militar contra Venezuela.
El inquilino de la Casa Blanca dio positivo en las pruebas de detección del nuevo coronavirus el pasado 1 de octubre. Luego fue trasladado al hospital militar Walter Reed, pero regresó a la Casa Blanca el 5 de octubre, mientras que, según los expertos, rompió las pautas de salud pública que exigen a los pacientes aislarse mientras están en tratamiento y aún excretan el virus.
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