Crimea nunca volverá a ser parte de Ucrania. “Esta fue la elección del pueblo. Nada puede suceder sin el apoyo de la población local por lo que este no fue un acto de agresión, sino un verdadero acto democrático”, dijo el primer ministro crimeo, Sergei Aksyonov, refiriéndose a la adhesión formal de Crimea a Rusia.
Con estas declaraciones respondía al presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, que el sábado exigió nuevas sanciones contra Rusia porque, aduce, incita a los independentistas de la región oriental a violar el alto el fuego alcanzado el 12 de febrero.
En respuesta, Aksyonov precisó que Rusia no había hecho nada para obstruir la paz, ni para que la población de Crimea decidiera unirse a su territorio.
“Esta fue la elección del pueblo. Nada puede suceder sin el apoyo de la población local por lo que este no fue un acto de agresión, sino un verdadero acto democrático”, especificó refiriéndose a la adhesión formal de Crimea a Rusia como sujeto de Federación, el 18 de marzo 2014, después de celebrar un referéndum en el que la mayoría absoluta de los electores respaldó tal decisión.
El líder crimeo atribuyó la postura actual del Occidente ante Crimea a la falta de comprensión de los líderes occidentales, así como a la defectuosa labor de los medios de comunicación, que no consiguen dar una imagen exacta de lo que sucedió el año pasado en Crimea.
Vladimir Putin se enfrentó a la alternativa de proteger a la población de Crimea o abandonarla a su suerte con los nacionalistas ucranianos. “Creo que su decisión fue la correcta. Y esta decisión no fue tomada antes del Año Nuevo, nadie interfirió en los asuntos internos de Ucrania. De haber estado en su lugar, yo también habría tomado exactamente la misma decisión”.
En este contexto, defendió las acciones del presidente ruso, Vladimir Putin, en relación con Crimea, pues, en su opinión, este se enfrentó a la alternativa de proteger a la población de Crimea o abandonarla a su suerte con los nacionalistas ucranianos.
“Creo que su decisión fue la correcta. Y esta decisión no fue tomada antes del Año Nuevo, nadie interfirió en los asuntos internos de Ucrania. De haber estado en su lugar, yo también habría tomado exactamente la misma decisión”, concluyó.
La crisis ucraniana ha provocado tensiones entre Rusia y el Occidente, que se acusan mutuamente de la situación en el este de Ucrania: el Occidente alega que Moscú apoya a los independentistas y, por ello, le ha impuesto sanciones. Moscú, por su parte, niega cualquier relación con los incidentes en el país europeo.
ymc/nii/
