"El progreso hacia la estabilización de la situación en este país depende, en gran medida, si Kiev, Lugansk, y Donetsk acatan exhaustivamente el alto el fuego, y si la parte ucraniana completa la retirada de todas las armas pesadas a las distancias acordadas de la línea de contacto", ha afirmado al respecto.
En este sentido, ha instado a reforzar el papel de la Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE, por sus siglas en inglés) en la supervisión del cumplimiento de los acuerdos del 12 de febrero de Minsk, capital de Bielorrusia.
"El documento de París (aprobado en la reunión de cancilleres de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania) llama a ampliar la misión de observación de la OSCE, dotarla de más equipamiento y mayor financiación", ha recordado el canciller ruso, remarcando la necesidad de que se "cumpla".
El pasado 12 de febrero, los líderes políticos de Alemania y Francia, junto al de Rusia, Vladimir Putin, y Ucrania, Petro Poroshenko, suscribieron un alto el fuego en Minsk, a fin de establecer una paz duradera en la región oriental de Ucrania, aunque no se ha puesto fin a las confrontación armada.
Según el último balance de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 6000 civiles han muerto y otros 14 800 han resultado heridos, desde el inicio del conflicto en abril de 2014, cuando el Ejército de Kiev lanzó un operativo militar para silenciar a los independentistas del este que se negaron a reconocer el golpe de estado contra el presidente Víktor Yanukovich.
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