Los seis heridos, tres de ellos en estado crítico, han sido alcanzados por la primera bomba, cuyo estallido se suscitó en la sede regional del partido Democrático del Pueblo (HDP) de Adana, mientras la segunda explotó en la sede de Mersin y no dejó víctimas.
Estos dos incidentes marcan los últimos de una cadena de más de 50 ataques contra las oficinas del HDP en toda Turquía de cara a las elecciones parlamentarias, previstas para el 7 de junio.
Según medios de comunicación, el partido gobernante, la Justicia y el Desarrollo (AKP) está intentando incorporar a sus miembros en la Cámara legislativa turca para poder ratificar los cambios que quiere en la Constitución del país; unos cambios que aventajarían en casi todas las cuestiones administrativas y de seguridad al actual presidente, Recep Tayyip Erdogan.
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